Diario
de Maxwell Morgan, 2 de Noviembre, 1929.
Todo
estuvo en calma por unos días, se me hizo raro el ver que de pronto
todo regresaba a la normalidad cuando había visto desaparecer a la
ciudad que me vio nacer, a criaturas sobrenaturales y un sin fin mas
de cosas que desearía no recordar.
Ni
siquiera puedo ver el cielo de noche después del ataque que sufrimos
la noche que escapamos de Arkham, todavía lo veo, en mis sueños, y
cada vez que volteo la mirada aunque sea un poco hacia arriba, los
cometas, vociferando su amorfo grito de guerra y el crujir del fuego
que corta todo alrededor de el, era horripilante, aquellas cosas
eran... no puedo ni siquiera describirlas; según Ishmael el nombre
con el que las han denominado son ignis alas
o “firewings”, alas de fuego, el termino no es muy científico
pero me dijo que hasta que no pudieran descubrir su nombre real, si
es que algún día lo lograban, trataban de mantenerlo mas simple en
el campo de trabajo y no lo culpo, no es como que quieres recordar el
nombre bizarro de una criatura que esta a punto de devorarte, ¿por
que habría de?
En
fin, todo ha estado mas calmado, el otro Maxwell esta tomando cargo a
petición de Nuddleman después de la desaparición de Amanda el día
que quemamos la Gran Logia, cosa de la cual no estoy muy orgulloso
pero todo sea por establecer algo de orden.
La
razón por la cual el otro Maxwell se quedo a cargo es por que el es
natural del área y no era una opción, era el o yo aunque de igual
manera hubiera aceptado, no tenia hogar ya, todo se quedo atrás en
Arkham, la ciudad que ya no existe.
Todo
iba bien aquel día, yo estaba ocupado en el baño cuando escuche
ruido afuera, no le tome mucha importancia y decidí seguir en lo
mio, esta copia de el horla
me intrigaba bastante, hablaba acerca de un terror invisible que
venia del espacio, era algo inaudito, pensar que tal cosa pudiera
existir, pero después de todo lo que había presenciado le tenia
lastima al pobre Guy de Maupassant, el debió ser testigo de
terribles amenazas como estas y la única manera como pudo desquitar
su aparente “locura” fue escribiendo.
Escuche
bastante ruido afuera, no supe que es lo que estaba pasando por que
el cuarto era casi hermético, solo escuchaba pasos, golpes, muebles
que se movían de aquí para acá, en fin, tuve que acabar mi sesión
mucho antes de lo esperado, tome mi arma, la Máuser c96 automática
que me había entregado Amanda y que siempre llevaba conmigo a todos
lados, cargada, en mi persona, con el seguro removido, por que solo
la providencia sabia que cosa podía salirme a la vuelta de la
esquina.
Para
mi sorpresa me encuentro fuera del baño y veo que las vitrinas y la
puerta están tapizadas con muebles, cuatro personas nuevas que no
conozco están apuntando armas y disparando hacia la vitrina derecha,
por donde cadáveres estaban tratando de entrar a la tienda.
-¿Alguien
me puede explicar que carajos esta pasando aquí?- La pregunta fue
algo estúpida pero entre las balas volando, en especial las
producidas por la ametralladora pesada que habían posicionado sobre
un mueble, logre obtener una respuesta sensata. -Nos atacan
cadáveres- Respondió el otro Max. -John fue el primero que los vio,
nos advirtió y preparamos la defensa de la tienda-
-¿Quien
es...? No, momento, eso no importa- Tome el arma y la apunte hacia la
vitrina de donde podía ver varios cadáveres... por la providencia,
cadáveres, que sigue ahora, un puño en llamas, la furia divina de
Dios, carrozas en llamas, los jinetes del apocalipsis, no se, deje
que el arma hablara por mi con un vomito de plomo que termino por
dañar a varios de los cadáveres, al menos eso parecía, digo, como
puedes matar algo que esta muerto, eso no tiene sentido.
-¡Cuidado
con la puerta!- Un ropero que cubría la puerta cayo violentamente y
con el tres cadáveres mas, de inmediato se acercaron un hombre un
rifle militar en mano, una joven blanca de pelo rubio y vestido rojo
victoriano... valgame, cada vez encontramos personajes mas
excéntricos aquí, y otro hombre con una escopeta en mano. Los tres
se encargaron de eliminar rápidamente a aquello que estaba en el
piso pero no tardaron en entrar mas por la puerta, dos de hecho junto
con tres esqueletos con vestimenta de la guerra civil y lo que
parecían ser sables de caballería... si, no estoy bromeando, esas
cosas daban bastante miedo, por mas que fueran huesos e hicieran un
chistoso ruido con sus mandíbulas no dejaba de atemorizarme el hecho
de que de alguna manera se seguían moviendo y tenían armas bastante
afiladas.
-¡Creo
que es tiempo de retirarnos de aquí, Max, la puerta de servicio!- El
otro Max soltó unos disparos sin ponerme mucha atención; el hombre
de la escopeta llamo mi atención y la del otro Max, el estaba
leyendo algo que la joven escribía apresuradamente en un cuaderno
viejo. -¡Debemos huir de aquí, Maxwell, que tanto extrañaras tu
tienda si la quemamos?-
-¡Háganlo,
la tengo asegurada!- Respondió el otro Max y mientras comenzamos a
retirarnos por la puerta trasera el inicio un pequeño fuego que
pronto creció de manera descomunal. -¿Cual es el plan?- Pregunto el
mientras corría hacia afuera y la respuesta de uno de los tipos
nuevos fue que tenían un automóvil al otro lado de la calle, esa
era nuestra única manera de salir de ahi; el primero en salir, fui
yo, quite algunos de los cadáveres del camino con unas ráfagas,
dichos cadáveres habían logrado entrar ya que el intendente había
dejado la puerta abierta después de escapar como el cobarde que era,
aunque siendo honesto no lo culpo, yo tampoco quisiera estar en esta
situación pero a mi ya me tienen atado de por medio.
Afuera
nos encontramos divididos, yo, el otro Max y el tipo que manejaba la
ametralladora pesada, llegamos primero al carro al lograr pasar por
entre los cadáveres a toda velocidad pero los demás no tuvieron
tanta suerte, estos eran rodeados rápidamente por los cadáveres y
tuve que intervenir inmediatamente, una, dos, tres, cuatro ráfagas
controladas, suficientes cadáveres en el piso, muertos ojala, como
para lograr abrir suficiente espacio para que el resto del grupo
llegara con nosotros y comenzáramos la huida veloz de aquel lugar
que se estaba transformando en un verdadero infierno.
-¡Cuidado!-
Dijo John, el que manejo la ametralladora, al que manejaba el
automóvil. -¡Fijate por donde manejas!- Le gritaba, pero con toda
calma les toque a ambos los hombros y les dije en voz baja. -Si
recuerda, están muertos, aquí poco importa si manejan decente o no-
El
mensaje fue claro y directo, salimos ahi a toda velocidad.
-Esto
es terrible, mi tienda, mis artículos únicos... mis tomos-
-¿Tomos,
que tomos?- Pregunte al otro Max, quien se cubría la cabeza con
ambas manos. -Espero que no sean tomos que se encargan de invocar
esas cosas, espero por tu bien que tu no fueras el que los invoco-
-No,
para nada, no tenemos nada que ver con esto, ni con la maldita
neblina, ni nada, simplemente aparecieron poco después que ellos
aparecieron-
-¿Ellos
quienes son?-
-Bueno,
ya conoces a John, John Miller, piloto en la Gran Guerra; el que
maneja es su amigo, William Sommers, soldado de la Gran Guerra, ambos
han trabajado anteriormente con Ishmael-
-Es
bueno saber eso-
-El
Doctor viene por su conocimiento en biología-
-Casi
Doctor, estoy todavía en proceso de generar mi tesis- Respondió el
Doctor quien a su vez parecía estar concentrado en la ventana
trasera derecha y la mujer que viajaba en silencio.
-Bueno,
casi, ella es Agatha Pavlova. Según entiendo la mando Nuddleman
desde Europa, ella es una clase de hechicera o maga-
-Bien,
al menos tenemos alguien que entiende lo que esta pasando y que no se
ha vuelto loco en el proceso-
-Si,
bueno, tenemos un pequeño detalle ahi-
-¿Cual?-
-No
habla Ingles-
-¿Que
idioma habla?-
-Polaco
y ruso-
-¿Como
nos comunicamos con ella entonces, como es que nos sigue?-
-El
Doctor habla ruso-
-Coincidentemente-
-Nuddleman
me contrato por varias razones, no simplemente por ser biólogo o por
mis trabajos respecto a ciertas criaturas y organismos unicelulares
que hemos encontrado en África-
El
viaje continuo, nosotros no lo notamos al principio pero el pueblo
detrás de nosotros comenzó a desaparecer, algo muy parecido a lo
que le sucedió a Arkham cuando escapamos de el... creo que de ese
pueblo jamas volveremos a saber nada, nunca.
Durante
el viaje hablamos poco, según tenia entendido nuestro objetivo era
un contacto de William, un compañero suyo que podría apuntarnos en
la dirección correcta. Una vez en Filadelfia nos dirigimos con el y
la conversación fue relativamente rápida, note que los dos
pertenecían a una orden esotérica, cual era no lo sabia pero el
saludo los delataba. Su contacto, Jack Carter, nos proporciono con la
información de los agentes constantes de lo que quedaba del Golden
Dawn, o como fuera que ahora se
llamase su orden, donde aparecía nuevamente aquel tipo del cual
habíamos escuchado hablar en la fiesta a la que habíamos asistido
junto con Ishmael, el tal Maestro Whittaker. Nuestro problema ahora
era como podríamos ir directamente con el tan codiciado Maestro y
hablar por fin con el, la respuesta me la dio una memoria en mi
bolsillo, las llaves de la casa de nuestro compañero que yacía en
lo que alguna vez fue la Gran Logia de Pensilvania.
Busque
entre las cosas que habíamos recobrado de el y encontré el numero
de la mujer con la que habíamos hablado para la propuesta de la
película en aquella fiesta, no fue difícil encontrarla en su casa
ni mucho menos al hacerla hablar, una vez confirmada la dirección y
el permiso de ir con la información que nos había proporcionado
Carter.
Ahora,
no quiero indagar mucho en lo que paso cuando fuimos con Whittaker ni
mucho menos lo que descubrimos o lo que se nos fue informado, solo
diré que teníamos sospechas y Agatha termino por confirmarlas pero
no debo escribirlas, ellas se quedaran en mi memoria y pronto,
espero, serán borradas para que jamas recuerde nada de ellas...
Seré
breve de igual manera y tratare de ser tan conciso con respecto a lo
que escuchamos ahi y junto con la información que Agatha nos había
proporcionado:
1.-
Whittaker no es quien pensamos que era, es algo mas... siniestro, mas
de todo lo que hasta ese momento habíamos encontrado.
2.-
La destrucción de la Gran Logia desorganizo le estabilidad que se
tenia en la región; aparentemente habíamos atacado al enemigo
correcto y ahora habíamos dado tiempo para que los verdaderos
culpables aceleraran su proceso y tomaran el trono con facilidad.
3.-
Agatha no es Agatha, según lo que explico Whittaker ella esta
completamente vaciá, no es un ser humano sino la voluntad de dos
antiguos, uno de ellos dice ser el mensajero y el otro el ciego e
imbécil, quienes son, no se, pero nos advirtió que cuando viéramos
cambios súbitos en su actitud debíamos tener mucho cuidado ya que
podríamos encontrarnos frente a frente con un fin terrible.
4.-
Todos somos peones de fuerzas mucho muy superiores a las que no
podemos comprender y que no podemos observar la mayor parte del
tiempo, nosotros somos la excepción pero no por eso dejamos de ser
peones.
5.-
Los Masones que siguen el camino como tal no usan magia de ningún
tipo, ellos continúan por un camino muy ligero a comparación de las
otras ordenes esotéricas y esto significa que cualquiera que
encontremos en nuestro camino que sepa alguna clase de hechicería o
conocimiento esotérico oscuro es parte de algún otro culto ajeno a
la misma Masonería; esto ya lo sospechaba yo ya que el mismo Ishmael
y Agatha nos habían hecho estas observaciones anteriormente y
Ishmael no conoce ninguna clase de truco pero Amanda, siendo miembro
del Golden Dawn, el
Doc y los Gemelos, quienes de alguna manera tenían magia, debían
también pertenecer o tener conocimientos obtenidos de algún otro
lado ajeno directo a los conocimientos principales. Algo que si nos
advirtió es que las altas jerarquías adoran a un dios que varias
veces a mencionado Agatha, ambos dijeron que era un ser que no vive
pero tampoco muere, que vive en un letargo eterno que puede incluso
ver la muerte de la muerte misma, este ser proviene de las estrellas
y llego hace millones de años. Su nombre, según tengo entendido, es
Cthulhu.
6.-
Los Rosacruz son neutros en todo esto, ellos pueden servirnos de
aliados poderosos si sabemos como tratarlos pero son escasos y
demasiado herméticos como para aprender algo de ellos.
7.-
La alineación de la cual continuamente todos hablaban, la que se
ocupaba para invocar a uno de los antiguos, no era el que pensábamos,
los que le iban a invocar tenían la información equivocada y una
vez que le llamaran podría ser el fin de la vida misma como la
conocíamos. La estimación que Ishmael nos había dado era, hacia
cuatro días, de unas dos o tres semanas; Agatha nos había dicho que
por un error del calendario Gregoriano y de las herramientas
rudimentarias usadas para la medición de los planetas, esta había
comenzado hacia ya varios días y que el zenit de este era este mismo
día por lo que podíamos estar entre cinco minutos o cuatro días de
desaparecer; el Maestro nos termino por confirmar que el punto mas
alto era por la noche y que debíamos actuar de manera inmediata para
que el juego que el jugaba continuara de una manera ordenada y lógica
a contra de como los demás juegan.
8.-
Las piezas de ajedrez del tablero son infinitas y la manera como el
juega es, a mi parecer, completamente brillante a pesar de que parece
estar jugando contra criaturas con la mentalidad de un niño de cinco
años, es una lastima, me hubiera gustado jugarle una ultima partida
antes de terminar el interrogatorio.
9.-
Nos dio un orden de como las cosas saldrían el día de hoy y de
cosas que no deberíamos hacer cuando llegáramos a la Logia
Disidente, que era la que estaba detrás de todo esto. Agradezco que
seguimos todo al pie de la letra aunque pudo avisarnos de ciertos
detalles importantes...
Nos
reunimos todos en el cuartel de Amanda, donde quedaban todavía
algunas armas y el cuidador nos había informado que todo seguía tal
cual como lo habíamos dejado. El orden que sigue de eventos es tal
cual como lo dijo Whittaker, primero recibimos una llamada del jefe
de la policía, se venia una redada grande contra un “Grupo de
Rojos” atentando contra la seguridad de Filadelfia y la Unión;
acto seguido nos informan que el FBI estará de nuestro lado y
presente; finalmente llega Ishmael con el Doc y los Gemelos.
Todos
nos reunimos finalmente en Ayuntamiento y salimos en una enorme
caravana donde debíamos ser mas de ochenta incluyéndonos a
nosotros, a los oficiales, los agentes del FBI y miembros de varias
ordenes esotéricas disfrazados ya fuera de policías o de agentes
del FBI.
El
viaje fue de una media hora aproximadamente, a las ocho estábamos
llegando a lo que parecía ser una granja olvidada, oscura, todo
alrededor de nosotros estaba oscuro, me dijeron que en el cielo las
estrellas parecían moverse a nuestro favor y que las sombras en los
bosques avanzaban a la par con nosotros. La verdad es que esperaba
que fueran a favor nuestro y no en contra nuestra pero pronto
descubriríamos que realmente era a nuestro favor.
Una
vez que llegamos a la zona principal comenzamos a alumbrar los campos
y ahi fue donde encontramos a aquellas criaturas gigantescas, de dos
piernas, cuatro brazos y una boca por cabeza, terribles criaturas que
agitaban brazos en busca de cualquier victima lo suficientemente
estúpida como para quedarse en su camino y lo suficientemente
inteligente como para tratar de correr en manada en una sola
dirección, como fue el lamentable caso de la mayoría de aquellos
que nos acompañaban.
Los
que nos quedamos vimos como las sombras los tragaron, fue lo mismo
que me sucedió a mi cuando estábamos en el edificio, las mismas
sombras pero ahora cientos de veces mas grandes, con determinación a
ayudarnos y abrirnos paso hasta aquel granero donde un brillo rojo
nos indicaba que el ritual estaba ya en acción. Corrimos y actuamos
de manera estúpida, aun me arrepiento.
William
tomo el volante de un camión y yo me uní en el asiento del
pasajero, nuestra tarea era entrar de golpe en el enorme granero y
hacer el mayor daño posible antes de que terminaran, insisto, no
pensamos bien y esto se salio de control.
Todo
empezó muy rápido, el camión entro a toda velocidad al granero y
de pronto nos encontramos con una bajada que nos llevo hasta una
caverna, una de las que había mencionado Whittaker, y donde estaban
los cultistas pretendiendo invocar a lo que fuese que el ritual
invocara pero para nuestra suerte la interrupción fue lo
suficientemente buena como para detenerlos, lo malo es que, tomando
en cuenta que era una bajada larga y empinada, el camión bajo sin
control por unos ochenta pies, el impacto inicial saco a Williams
volando por el parabrisas y lo ultimo que vi de el fue su cuerpo
impactándose contra el suelo al fondo y el camión cayendo sobre de
el, era tan caricaturesco que reí ligeramente cuando el camión toco
fondo y se quedo ahi, estático, sin llantas, sin moverse, solo ahi,
sentado y yo en el asiento del conductor, con un ligero golpe en la
frente que fue producto de uno de los muchos brincos que realizo
antes de caer y mi mirada puesta sobre los mas de cincuenta cultistas
que se aproximaban hacia mi mientras una voz terrorífica gritaba en
el fondo. -¡MATENLOS!-
-¡No
se acerquen, se van a arrepentir!- Primer cargador en el arma y se
atasca, no podía creerlo, lo saque del arma y busque otro, todo esto
mientras me ocultaba debajo de lo que quedaba del parabrisas y la
guantera. Segundo cargador listo, solté varias ráfagas contra la
primera linea de cultistas, vi caer a varios, los que quedaron de pie
dudaron en seguir avanzando mientras que los que seguían detrás de
ellos venían a toda velocidad, daga en mano, a lo alto, buscando mi
carne para profanar. Tercer cargador en el arma y la maldita
porquería se vuelve a trabar. -¡Pensé que la ingeniería Alemana
era superior!- Aparentemente algo estaba haciendo mal, salí del
camión y comencé a caminar hacia atrás mientras metía otro
cargador al arma, el ultimo, y soltaba otra serie de ráfagas
controladas, fue ahi cuando escuche pasos detrás de mi, los demás
habían llegado para salvarme justo a tiempo.
-¿Max,
donde esta William?- Ishmael soltó una ráfaga con aquella bella
pieza de ingeniería Americana, la Thompson, en dirección general de
los cultistas y no muchos quedaron de pie o decididos a continuar
después de lo sucedido.
-¡Debajo
del camión!- Solté unos tiros mas hasta que el arma quedo vaciá,
cambie ahora a los dos revólveres que había guardado en mi persona,
dispare ambos barriles, algo que siempre había querido hacer, y vi
como los dos blancos a los que había apuntado caían violentamente
al piso. Avance lentamente hasta que sentí un viento frígido pasar
sobre mi, era Agatha y el Doctor montados en una clase de gárgola,
no quería saber nada de eso... a veces me gustaría no poder
comprender mucho de lo que me rodea.
-¡Carajo!-
Ishmael grito y después comando a unos hombres para que cuidaran del
otro Max, quien desafortunadamente había dado vueltas y caído de
golpe, se veía en mal estado pero eso era de poca importancia en ese
momento para los que seguíamos de pie, lo que nos importaba era
aquella monstruosa figura que se encontraba ahora en medio de los
cultistas, aquello que vimos afuera era una versión miniatura de lo
que estábamos viendo aquí, era monstruosamente gigante, al menos
tres veces mas alto, y gritaba con ferocidad, golpeaba la caverna, el
techo, el piso, las paredes, aplastaba todo a su alrededor. Nosotros
tuvimos suerte de tomarlo por sorpresa y de la distracción que
Agatha proporciono para así asentarle varios tiros que comenzaron a
herirle de gravedad, tanto que este comenzó a derretirse de forma
grotesca hasta que no quedo absolutamente nada de el, ni siquiera la
misma masa en la que se había transformado.
Lo
que siguió fue reunir a todos los cultistas con vida y encontrar al
líder, el cual Agatha nos apunto, e interrogarle aunque tuvimos que
usar a Ishmael como traductor ya que el hombre hablaba unicamente
Alemán. Para nuestra suerte lo mucho o poco que pudimos sacarle fue
inútil, el hombre estaba decidido a no decirnos nada, fue entonces
decisión de Ishmael de que acabáramos con todos los sobrevivientes
y que saliéramos de ahi lo mas rápido posible, que las autoridades
se encargaran de reunir a los “Rojos” y que hicieran lo que
tuvieran que hacer, de todos modos estábamos cubiertos por fuerzas
mucho muy superiores a las de este mundo.
Al
final hable con Ishmael y Agatha, por medio del Doctor, y decidí
tomar la propuesta de borrar todo esto de mi mente, de tratar de
vivir mis últimos momentos de una manera placida, trabajando para
algún familiar mio en Filadelfia o alguna otra ciudad de la costa
este, olvidando que mi ciudad ya no existe, que cada vez somos menos
sobrevivientes de Arkham y que todos estamos condenados.
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