Diario
de Kenneth Howlett, Octubre 13, 1929. Los Ángeles.
Era un
día normal, lento, no tenia un trabajo desde hacia tiempo, podía
pagar la renta pero necesitaba moverme rápido para no perder el
ritmo.
Llego
una llamada. William Hancock, busca a su hermano, Roger Hancock,
deudor moroso, trabajaba para un banco que se fue a la bancarrota,
mas información en cuanto llegue su asistente.
Llame
al archivo publico y pregunte por algunos datos, también cheque con
algunos de mis contactos en diferentes estratos para verificar a
Roger Hancock. Esto es lo que obtuve:
Es
bien conocido en todos los estratos, posee mucho dinero, es un
inversionista fuerte y dedicado, posee varias propiedades en la
ciudad y en el estado, mayoritariamente en el área general de Los
Ángeles. No trata en persona, siempre es por teléfono, carta o
telegrama, es difícil concretar una cita física con el, es evasivo
cuando las cosas no andan bien y parece tener una fuerza política
que lo avala fuertemente. No hay mas por el momento.
Llego
asistente de William Hancock, no se presento por nombre, corto de
estatura, cinco con seis aproximadamente, complexión marcada y
fuerte, cicatrices en el rostro y cuello, puede que tenga mas, manos
duras, de soldado, de unos treinta años, ropa no llamativa, maletín
de piel nada ostentoso, un estuche de violín en la otra. Si no
supiera que es su asistente lo hubiera confundido con un maleante, un
gangster ya que dudo que ese
estuche realmente tenga un instrumento musical.
Entrego
un paquete que describo continuación.
Sobre
manila cerrado, sin marcas, sin nombres; mil dolares en efectivo con
una promesa de diez mil una vez terminado el caso (¡con esto podría
pagar mi oficina por años y dedicarme a otras cosas!); una pistola
calibre cuarenta y cinco con marcas extrañas sobre de la misma y
seis cargadores especiales con símbolos propios.
El
hombre explico que el arma era única y que debía cuidar de ella muy
bien, que me asistiría en mi deber y que no dudara en usarla cuando
fuera necesario, se retiro.
Leí
el sobre, dejo nota completa:
Señor
Kenneth Howlett,
Por el
teléfono no pude informarle la verdadera raíz del problema por
varias razones, seré breve, busque a mi hermano, anexo le dejo
información de sus posibles paraderos y algunos contactos que le
pudieran ayudar. [Varias cartas, panfletos, notas, archivos
personales y cartas de el vienen anexas]
El
caso a investigar no es por cosas de dinero, Señor Howlett, ya que
para mi eso es pecata minuta, lo que yo requiero de usted es
que investigue el paradero de mi hermano y en que problemas se ha
metido con gente de altos estratos que son de ambos conocidos, gente
que parece tener una conexión directa con lo desconocido, de mucho
poder y conocimiento, que buscan ver el posible fin de nuestra vida
como la conocemos. Le recomiendo sea cuidadoso con todas estas
personas ya que ellos no dudaran ni un segundo en acabar con usted,
le pido no mencione que soy yo el que lo ha contratado ya que esto
puede hacerle perder la pista de su objetivo muy rápido.
Debo
también advertirle que encontrara muchas cosas que pueden no ser de
su agrado o que incluso parecen fuera de este mundo, le pido sea
fuerte en su carácter e intenciones, no divague ni tampoco se deje
llevar, es peligroso tener una mente frágil en momentos donde una
crisis esta por aproximarse [Esta nota creo que se refiere a los
problemas que he estado escuchando en la bolsa de valores, dicen que
algo esta mal, algunos son escépticos pero muchos me dicen que
estamos próximos a ver algo muy grave, demasiado, que nunca se ha
visto. Espero estén equivocados]
Tiene
dos semanas para este trabajo, Señor Howlett; le pido se reporte
conmigo en caso de necesitar cualquier cosa y diario para reportarme
su progreso en cuanto a la investigación. Considero que usted es un
hombre de palabra y por lo tanto no debo recordare ni reiterarle la
necesidad de ser discreto en cuanto a lo que esta sucediendo o con
respecto a lo que encuentre.
Atentamente,
William
Hancock.
Llame
a un taxi, viaje a ayuntamiento, donde me encontré con Aidan Khaine,
uno de los hombres que mencionaba Hancock en su carta. El fue clave
para empezar obtener mayor información acerca del hermano, me aviso
que tendría todo lo que ocupaba para el día siguiente, le di algo
extra por su molestia, cuando me pregunto por que la necesidad de la
información le informe acerca de la búsqueda de Roger Hancock por
aquellos a los que le debía dinero, casualmente a el también le
debía dinero en unos negocios que no prosperaron, me regreso el
dinero y me dijo que lo haría con gusto, incluso me acompañaría si
es que con eso podía el recuperar su inversión perdida hacia
algunos meses.
Quedamos
entonces de vernos en un diner
cerca de mi oficina para verificar la información y dar paso rápido
a esta investigación.
No comments:
Post a Comment