-Que se vaya a la
chingada ese viejo culero- La mujer tomo un sorbo de aquella botella
de cerveza gigante, conocida como una caguama, y la dejo casi seca.
-Una que se chinga día a día cuidando la casa, a los cerotes de los
niños de este cabrón, aguantándole sus pendejadas y sus pedas, me
tiene hasta la puta madre-
-Dígaselo comadre,
no se deje- Respondió una mujer al lado de ella que bebía de una
botella del mismo tamaño que ella. Ambas se encontraban al fondo del
bar, debajo de una de las bocinas desde donde salia una litania de
letras y música a toda volumen de un sinfín de colores y sabores
tanto como para bailar o entrar en la total melancolía, en otros
casos furia. -Usted se merece mas que eso-
-Es que ese viejo es
un cabrón y ya se lo dije, se la pasa cogiéndose a todo lo que se
le ponga enfrente y lo peor es que se las trae a la casa valiéndole
una chingada sus pinches hijos, es un puto descarado-
-Pues no le abra la
puerta comadre, cambie la chapa, llamele a su nuero para que le mande
una patrulla y la tenga ahí vigiladita, capaz que le sale uno guapo
y se enamora-
-Ay no que
chingados, si todos son repinches feos y prietos-
-Nombre hay unos
rebuenos y en uniforme se ven mejor-
-No, mejor que se
vayan a la chingada todos aparte de que el muy cabrón es capaz de
sacarme un susto con la pistola-
-Pues escondasela-
-Si comadre pero y
luego los putazos quien me los quita, a el no le importa una chingada
nada y ya no se que hacer-
-Entonces váyase de
la casa, haga sus maletas y se va a vivir conmigo unos días en lo
que ve que es lo que va a hacer-
-¿Y los niños,
quien me los cuida pues? ¡No se los voy a dejar a ese cabrón y ah
no, tampoco la casa, por que la casa es de los dos y a mi me tiene
que dar parte del dinero y manutención!-
-Bueno y por que no
hace entonces eso o se va a vivir con su mamacita otra vez allá en
la capital-
-Es que es muy
difícil comadre, usted no sabe por todo lo que ando pasando ahorita-
-La única que
parece que la esta haciendo difícil es usted, lo que debe hacer es
ponerse las pilas, moverse y salir adelante como una mujer fuerte, ya
ve que la famosa Jenny así le hacia-
-Ay ya se, yo así
también le tendré que hacer entonces, aparte pues tengo mucho
talento como ya sabrá comadre-
-Si como no- En su
mente lo único que pudo pensar al respecto era que eso no tenia el
menor sentido, la mujer era de baja estatura, obesa, su voz era
aguardientosa y no tenia ningún talento mas que el de quejarse
abiertamente, algunos decían que incluso lo hacia de una manera
descarada y sisañoza, y eso seguía siendo debatible por que lo
hacia solo en los momentos de privacidad cuando nadie la podía
realmente escuchar mas que sus allegados. En resumen, la comadre
pensaba que aquella mujer, si bien podía y si lo hacia rápido,
llegaría no mas lejos que de divorciarse de aquel hombre y conseguir
nada a cambio de eso ya que su esposo era un narcotraficante bastante
rico, le daba todo lo que quería, tenia a sus hijos en las mejores
escuelas en San Diego y nunca le faltaba nada mas que, como ya lo
habían comentado, la unión entre marido y mujer, era mas un
patriarcado donde se hacia lo que aquel hombre dijera y ahí
terminaba todo sin cuestionamiento adicional y si salia uno venia
seguido por una lluvia de puños y gritos.
-Pues ya me decidí
entonces, me voy a quejar con el pinche viejo mañana y donde no haga
lo que le digo se me va a la chingada-
-Bien comadre, así
me gusta- Ambas proclamaron un ‘salud’ con sus respectivas
botellas y pidieron otra, en el proceso la mujer desdichada pidió
tiempo para ir al baño y le marco a su esposo para decirle algunas
cosas que en ese momento se le habían ocurrido debido a la airada
conversación, el hombre no le contesto nada de vuelta y simplemente
colgó el teléfono. La mujer salio enardecida del baño y comenzó a
gritar otra litania de cosas mientras que su comadre asentía y le
daba razón aunque supiera que esta no la tenia del todo.
Paso algo de tiempo
en aquel bar, la gente entraba y salia, pero ellas no se movían de
aquel lugar mas que para ir al baño o hacer señas a alguna mesera
para que les trajera mas cerveza, fue ahí donde la mujer desahogo
mas penas con su comadre pero a la vez mostraba una actitud
compulsiva dependiente de su esposo, incluso pareciese estar
consciente de ello pero no quería hacer nada al respecto hasta que
no tuviera ella el todo por ganar y se le mantuviera de por vida,
quería vivir una vida como reina pero sin un rey, aparte que
mencionaba que el divorcio es solo para la gente mediocre y mezquina
por que son personas que no saben lo que quieren y no entienden la
palabra de Dios, que ella ya lo había encontrado y sabia mas que las
hipócritas que iban a su iglesia para tirarse al nuevo padre joven
que les había llegado del sur; la conversación continuo girando así
y fue hasta que el bullicio alrededor de ellas fue interrumpido por
una vez que grito a todo volumen un, “¡Cabrón que se mueva se lo
lleva la chingada en caliente!”
-Hay comadre, esos
son los hombres de mi esposo-
-¿Como que sus
hombres?-
-¡Si y me vienen a
matar, comadre protejame!-
-No ni madres, usted
dígales, no que muy cabrona-
-Ay no, no comadre,
tengo mucho miedo y me van a matar, nunca debí decirle nada a mi
esposo, ay comadre tengo miedo, diosito apiadate de mi que soy tu
santa hija-
-Usted es caso
perdido comadre...-
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