Sunday, January 27, 2013

Diario de Battista Andretti: Entrada del 19 de Enero de 2013. (All Flesh Must Be Eaten)


Entrada del mismo día:

Bueno, esto se ha puesto un tanto interesante aunque no se si vamos de mal en peor o si definitivamente la sociedad ya tiro la casa por la ventana.

Los policías y las mujeres tomaron un descanso, me dejaron a cargo del volante mientras que el proxeneta manejaba la ametralladora, creo que el peor error de eso fue decirle que el gatillo se quedaba pegado ya que al hacerlo me regreso una sonrisa diabólica... Dios.

En ruta a comprar algunos víveres, antes de que esto se ponga peor, nos encontramos con una mujer, una reportera si bien recuerdo, que nos pidió ayuda para su amiga, quien estaba apunto de dar a luz (estas casualidades de la vida solo se pueden dar en los peores casos, estoy seguro de ello).

La llevamos a una pequeña clínica que recordaba estaba cerca de nuestra posición y la entregamos al Doctor, quien parecía ser el encargado de guardia mientras esperaba que los otros se reportaran, no nos atrevimos a decirle nada de la situación actual para no alterar a ninguno de los presentes ya que una mujer embarazada en pánico, mas del que ya traía cargando por estar en esa situación, no era buena idea ni para ella ni para el bebe.

Esperando respuesta del Doctor escuchamos un helicóptero pasar cerca de la posición y en menos de dos minutos ya teníamos encima a un grupo pequeño de soldados que no actuaron al momento de llegar, examinaron la HUMVEE de la muerte y sus alrededores, no parecían irse, abrí la puerta lentamente para tratar de entablar platica con ellos y me mandan plomo, yo y el proxeneta les regresamos plomo también, no quedo mucho de ellos después de una corta y cruenta batalla.

Durante la batalla escuche el golpe de una puerta dentro del área del quirófano y corrí rápidamente hacia este, en el encontré al Doctor, quien parecía tener una herida de gravedad en el cuello, a un soldado, al cual le solté una bala pero falle por el impacto del movimiento y de igual manera el fallo pero por tirarse al suelo para evitar la bala de escopeta; la mujer que venia con nosotros, la reportera, se veía un poco espantada por lo que estaba pasando, en su mano derecha sostenía una maquina extraña que no había visto y usaba guantes esterilizados, su amiga, la embarazada, estaba en una mesa, se veía desmayada por el esfuerzo o al menos eso había pensado originalmente hasta que se levanto y comenzó a devorar al soldado que había entrado por la puerta de atrás.

No quedo mucho de el después de caerle encima, del Doctor tampoco quedo mucho, le arranco la traquea completa y este entro en pánico completo al tratar de respirar y encontrarse imposibilitado de ello, cuando fue mi turno termine por volarle la cabeza con mi hacha, no iba a dejar que me tocara aquel monstruo infernal, la cabeza floto en el aire por unos segundos antes de chocar contra el suelo, todavía tratando de devorarme, masticando y castañeando los dientes, los ojos todavía mirándome fijamente... que extraño es esto, ¿como es posible, serán reflejos, sera así como funcionan estas criaturas, puro instinto?

La reportera no pareció intimidarse por aquella escena, algo que se me hizo bastante raro en una persona como ella pero si tomo en cuenta que es reportera no debería, tal vez viera cosas peores en algunas escenas de crímenes o que se yo.

Nos retiramos pero no antes de buscar una manera de darle eutanasia a los dos soldados que quedaban con vida pero incapacitados, un poco de morfina les daría algo de relajación o al menos los mandaría con Morfeo antes de que murieran, el proceso no fue muy difícil aunque paso algo que todavía no comprendo.
Según la mujer y el proxeneta, quienes entraron a la clínica, al momento de regresar apareció el bebe de aquella mujer, vivo, arrastrándose por el suelo, y con una intención viciosa de devorar carne, el proxeneta se encargo de destruir a la pobre criatura, evento del cual me siento privilegiado de no haber visto por que hubiera sido algo completamente traumatizante pero no para aquel hijo de puta enfermo... ¡por Dios!

La mujer sufrió una herida ligera en una pantorrilla, después de un cambio de zapatos y ropa, que necesitaba ella por motivos... extraoficiales, decidió cuidarse la herida e inyectarse morfina, toda la maldita jeringa, por lo que termino fuera de si casi inmediatamente. A aquellos pobres soldados les administre media jeringa e igual salieron de este mundo bastante rápido por lo que todavía no comprendo cual es la cantidad requerida para anestesiar ligeramente a alguien... después tendré que averiguarlo, cuando una horda no quiera comerme vivo.

Oh si, la horda.

Cuando nos decidimos a salir de ahí, después de comprar algunos víveres en una tienda cercana al igual que agua y otros bienes necesarios básicos, se voto por consenso general, entre el proxeneta y yo de hecho, que debíamos viajar hacia su casa en la colonia Altamira para recuperar sus cosas. En el proceso de hacerlo tome la ruta mas rápida y me encontré en el Hospital General de la ciudad, el mas grave error que pude haber hecho...
El trafico nos paro a algunos metros del Hospital, tome una ruta alterna anexa pero estábamos en la misma posición, no podíamos avanzar o retroceder, el proxeneta me advirtió de lo que estaba pasando, venia una horda de gente, lentamente, desde el Hospital y ya sabíamos que era.

Lance un tiro al aire para que se alejaran todos los automovilistas, los estúpidos entraron en pánico y no sabían que hacer.

100 metros y avanzando, calculábamos 200, tome un cigarro al igual que el proxeneta y comencé a fumar rápidamente, un trago de una botella que compramos con los víveres me calmo los nervios pero no fue suficiente, aquello era un infierno, una marea, que lentamente se comía todo lo que tocaba, el proxeneta abrió fuego sobre ellos, cayeron varios, algunos civiles sufrieron en el proceso, pedazos de metal volando por todos lados, mi propósito era mover la HUMVEE hacia la canalización que estaba cerca de nosotros y salir de ahí, aquella bestia no se dejaba mover y los carros bloqueando el paso lo hacían mas difícil.
80 metros y avanzando, pensábamos que unos veinte habían caído ya, jale otro tirón del cigarro, mas balas salieron a toda velocidad, tiros largos y sin precisión, simplemente tenían el propósito de destruir lo que estuviera cerca de nosotros, el forcejeo con el carro no daba resultados.

60 metros y avanzando, ya los podíamos ver, eran esas cosas, lo sabíamos, no ocupábamos verlo, pero el hacerlo hizo que nuestras mentes y corazones trabajaran el doble de rápido, seguí forcejeando con el carro mientras hartaba al cigarro con colores naranjas y rojos, las balas no dejaban de volar, pedazos de todo flotando en el aire, carros destrozados, huesos, carne, piel, metal, esto se volvía un infierno y no paraba.

40 metros y avanzando, tome un rifle que estaba a mi lado y solté una ráfaga a los mas cercanos, los vi caer pero no estaba seguro si estaban finados o no, la ametralladora continuaba su violenta ráfaga sobre todo lo que se moviera, incluso creo que lo de pegarle a los civiles lo hizo a propósito pero a estas alturas ya no me importa, la sociedad esta a punto de colapsarse y esta es mi menor preocupación ahora.

20 metros y avanzando, nuevamente forcejee con aquella maquina y no logre mucho, todavía tenia problemas con los cambios y el bloqueo me seguía cortando el camino aunque no estaba lejos, pero tampoco cerca. Las balas se acabaron en la ametralladora, la mitad o menos había caído pero algunos se seguían levantando, si el infierno tiene rostro este es.

Sobre nosotros, y la maquina se movió de manera violenta, empuje todo lo que estaba a mi paso y salí de lado por la canalización, inclinados pero seguros, lentos pero firmes, aquellas criaturas infernales no pudieron seguirnos el paso, que bueno, realmente estaba agradecido por eso. Salimos de ahí lo mas rápido que se podía, en el proceso notamos que los muertos vivientes salían por las ventanas, en algunos casos eran metros y metros de distancia, se levantaban y caminaban, que terrorífico era ver todo esto; dejamos atrás todo aquello para nunca jamas regresar... espero. 

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