Friday, January 11, 2013

Diario de Battista Andretti: Entrada del 3 y 10 de Enero de 2013. (All Flesh Must Be Eaten)


Diciembre 27, 2012.
Ciudad Zaragoza... o lo que queda de ella.

Bueno, desde mi ultima entrada no han mejorado mucho las cosas aunque creo que podrían estar peor... no, mejor no pienso en eso, ya mis nervios se están quebrando con solo pensar en todo lo que ha pasado.

Creo que debo explicarme.

Los soldados se veían nerviosos por algo, todavía no sabíamos que estaba pasando. Terminaron por separarnos, yo y Octavio, uno de los policías, quedamos arrumbados en un cuarto donde trataron de sedar, lo cual ya asumíamos, pero no lo lograron, terminamos por quedar libres de esa horrible habitación desde donde nos vigilaban solo para encontrarnos con que la instalación estaba vaciá... bueno, no vaciá. en el contexto de no tener algo, eso es diferente, sino que ya no había vida mas que nosotros.

Los soldados estaban muertos, eso es a lo que me refiero... Dios, me esta afectando el no tener tanto contacto con el exterior, creo que el pelear contra esas cosas me esta volviendo mas Humano de lo que alguna vez fui.

Hablando esas cosas también recuerdo que hablamos con dos personas que no parecían estar completamente en sus cabales aunque con todo lo que hemos visto hasta el momento ya no se que pensar al respecto. Primero encontramos a una joven de unos, tal vez dieciséis o diecisiete, que comenzó a hablarnos acerca de lo que estaba pasando, según ella, Camila creo que se llamaba, era la responsable de la muerte de todos los soldados y venia buscando a otro tipo, el cual llamaba el Gringo, por que el era el responsable de las cosas que encontramos en el edificio Zaragoza y parecía ser que el fin de la vida como la conocíamos se acercaba y en ese plan no estábamos incluidos, insisto, esto es muy raro y complicado para explicar pero lo único que se es que nosotros estamos en el medio de todo esto y nuestra prioridad es salir con vida de este infierno para... reiniciar la civilización nuevamente, espero.

Me pregunto si esto ya paso en el pasado... no creo que sea bueno pensar en esto antes de ir a dormir, mejor pensare en esto cuando mi mente este menos retacada de preguntas y cuestiones metafísicas.

Después de salir de la base, sin olvidarnos de buscar al compañero de Octavio, el cual no estaba en ningún lado, y del otro tipo nefasto, el proxeneta, quien estaba inconsciente por el sedativo que le inyectaron, a quien tuvimos que llevar en una silla de ruedas por toda la base para encontrar algo para despertarlo, por que lamentablemente los golpes no surtieron efecto y no se nos ocurría algún otro método mas efectivo para despertarlo, al menos a mi no pero esa no es culpa miá, en Italia me enseñaron a romper gente y no a enmendarla.

En fin, dimos la vuelta por la base y encontramos todo abierto, encontramos lo que parecían ser dos sobrevivientes o alguna clase de sujetos de prueba encerrados en dos cuartos al fondo del pasillo donde nos encontrábamos y en otros cuartos encontramos a esas cosas merodeando pero incapaces de salir de sus cuartos para nuestra buena fortuna. El resto de la base era un pueblo fantasma espeluznante, cuerpos por todos lados, muchos cayeron ahí donde se encontraban haciendo alguna labor y otros estaban apilados por decenas en las afueras de la base, una visión horrible y perturbadora que jamas me hubiera imaginado fuera de una guerra.

Las indicaciones que nos había dado Camila era que saliéramos y fuéramos por nuestras familias, que nos ocultáramos y que nos cuidáramos del Gringo, a quien en ese momento todavía no conocíamos, y sin dudarlo mas nos armamos hasta los dientes, tomamos nueva vestimenta, un HUMVEE prestado y salimos de inmediato de la base, originalmente con rumbo a la otra base militar pero Camila nos había informado que ya la había visitado y no encontró ni a nuestro compañero ni al famoso Gringo por lo que optamos por cambiar de rumbo a casa de Octavio para buscar a su novia y de paso a su compañero, Bob o Roberto, que se yo.

Lo que paso acontinuacion es un poco raro pero quiero dejar claro que estoy tratando de hacerlo tan verídico como puedo mientras me apego al raciocinio.

En la casa de Octavio no estaba su novia ni su perro, al cual extrañaba, por lo que yo veía, mas que a ella, pero cada quien lo que guste y quiera de si mismo y los demás, en eso no me meto yo, pero en fin, buscando por la casa, dejando al proxeneta cuidando el HUMVEE en la torreta, terminamos por encontrar a un tipo en bata en el baño. Mi reacción era la de matarlo, podía ser un posible zombie o algún ladrón, no sabíamos todavía en ese momento, pero Octavio tenia otra idea en mente, pensaba que este hombre y su novia tenían algo que ver con su novia, problemas de relaciones tampoco son de mi incumbencia pero la limpia de casa si, creo que mi profesión ya debe ser clara por estas lineas de texto, por lo que ofrecí mis servicios para encargarnos de el. Ya sea por decisión de algo, alguien, fortuna o la divinidad y providencia de tratar de averiguar si todavía vivía o no Octavio decidió tirarle un jabón y al dar un golpe la figura se levanto y resulto ser Bob, su compañero de trabajo, el otro policía, el que tenia muy buen tiro con las pistolas, y después de una discusión acalorada entendimos que había, por instinto tal vez, logrado llegar hasta la casa de su mejor amigo y de alguna manera logro ocultarse aquí. Seguía un poco atontado por el sedativo que le habían proporcionado pero eso no impedía que pudiera funcionar al menos en un cincuenta por ciento.

El plan hasta este momento era primero el contactar a la novia de Octavio, lo cual fallo y por decisión dejo varias notas en su casa para dejarle saber que no debía moverse de la locación hasta que no regresáramos; la de recuperar todas nuestras cosas, yo en lo personal ocupaba mi diario, libretas y algunos otros objetos personales que no podría encontrar en este continente y otras que eran muy personales miás, como mis recuerdos de Fiora... la extraño mas que a nadie. Ti amo bambina, sempre nel mio cuore.

Primero viajamos a la casa de Bob, nos encontramos con los militares, quienes se veían algo apresurados, la radio lo confirmaba con comunicaciones pasando por todos los canales a altas velocidades y usando frases y códigos que jamas habíamos escuchado antes pero aunque no podíamos entenderlo sabíamos que algo ya se estaba gestando aunque no sabíamos donde.

Decidimos salir de ahí y viajar a mi casa, en el proceso paramos en una gasolinera, o gotera como le dicen aquí, y ahí nos percatamos que en las noticias mencionaban problemas en los hospitales, amotinamientos, balas, policías, la situación era mas critica cada segundo. Dos celulares, setecientos pesos después, medio kilo de comida chatarra, entre ellos twinkies, de los cuales Bob esta obsesionado por alguna razón, algunos litros de diésel, llamadas a varios conocidos, quienes no parecían estar conscientes de lo que pasaba a su alrededor o pensaban que otra vez narcotraficantes habían entrado a los hospitales para matar o rescatar a alguien a punta de plomo, todo se estaba yendo al garete y nosotros no podíamos hacer nada mas que correr contra reloj.

Llegando a la zona donde vivía, en la parte mas ruin, vil y pobre de la ciudad, pasamos a buscar mis cosas pero me sorprendió el encontrar todo en silencio, aquel lugar siempre era un infierno en ruedas y para mi sorpresa no encontramos a nadie, ni ruido, ni nada, nada hasta no visitar mi cuarto donde se encontraba un hombre bien vestido con los inquilinos, quienes parecían idos. La conversación entre el Gringo, quien hacia justicia a su apodo al hablar en Ingles, se encontraba bastante intrigado, quería saber como habíamos llegado hasta aquí, quienes eramos, todo, con detalle, pero no profundizamos en eso, al menos yo no, ni Octavio tampoco, Bob y el proxeneta se habían quedado atrás por seguridad.

Después de consumirse mi absinth y dejarnos atrás con mas dudas todavía que respuestas, a excepción de que en efecto la vida como nosotros la conocíamos se aproximaba a su fin y el llegaría a quedarse como el amo y señor de todo, nos dejo cientos de muertos vivientes, tal vez no tantos pero estando tan cerca en espacios tan pequeños pueden causar ese efecto, pido disculpas por la inexactitud pero no iba a parar a contarlos, yo iba a salir de ahí con mis cosas. Por buena fortuna salimos ilesos, excepto Octavio quien recibió una mordida en el hombro izquierdo la cual tuvo que curar el mismo por nosotros desconocer esas cosas.

En ese momento paso algo que no me esperaba.

Diez hombre llegaron de los alrededores, no parecían entender que un apocalipsis estaba sucediendo alrededor de ellos y prefirieron hablar de “manera amable” con nosotros, mi respuesta fue apuntarles con la M60 para forzarlos a que pensaran dos veces sus actos. Ellos se calmaron, una amenaza como esa no viene en vano, Octavio termino su quehacer y regreso al interior, nos alejamos rápidamente y comenzaron a tirarnos cosas o a disparar, realmente no podía distinguirlo con todo lo que estaba pasando a nuestro alrededor, pero mi respuesta fue sencillamente la de disparar algunas tiros para que entendieran que esto era en serio, desafortunadamente, y Dios, como mi testigo, sabe que lo que hice aquel día no fue intencional y sin malicia, que soy un asesino pero con un código de honor y que no mato a inocentes sin importar sus crímenes o defectos, mi puntería fue mejor de lo que esperaba, varios de ellos cayeron muertos y los que no salieron corriendo de inmediato, el arma seguía disparando fuera de control, mi dedo fuera del gatillo, no podía detenerla y no se me ocurrió otra cosa mas que parar el mecanismo para que dejara de hacerlo.

Después de este incidente Octavio logro contactarse con su mujer, estaba furiosa pero no entendí exactamente por que, lo único que sabia era que ocupaban direcciones para salir de ahí y con gusto se las proporcione, ya no quería saber mas de este lugar, nada. Tomamos un pequeño receso en otra gasolinera y ahí nos dimos cuenta que ya estaban hablando de mi pequeña hazaña, nos apodaban “la HUMVEE de la muerte” y decían que eramos responsables de todos los muertos en aquella población de la que escapamos, si tan solo supieran...

Llegando a la casa, de la que creo es la mejor amiga de la novia de Octavio, continuábamos encontrándonos con mas problemas, uno de ellos era que la novia no se quería ir y su amiga tampoco, las noticias nos tenían todavía en el ojo de la mira y un reportaje especial desde el lugar de los hechos, donde aquellos cholos, o como sea que les digan aquí, se encontraban bailando y haciendo símbolos raros con sus manos mientras decían que ellos habían llegado de buena manera a ofrecernos su ayuda mientras que nosotros respondimos de una manera salvaje, grandisimo hijo de puta, y mientras se encontraban en el proceso de la entrevista los cuerpos se levantaron y comenzaron a devorar cuanto estuviera cerca, la señal se corto y entro una clase de sistema de emergencia...

Nos propusimos salir de inmediato de ahí, de la ciudad, escapar a donde fuera pero lejos de ahí y pensar en una nueva estrategia antes de que la civilización se colapsara por completo...

Y el día todavía no acababa.

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