Diciembre
27, 2012.
Ciudad
Zaragoza... o lo que queda de ella.
Bueno,
desde mi ultima entrada no han mejorado mucho las cosas aunque creo
que podrían estar peor... no, mejor no pienso en eso, ya mis nervios
se están quebrando con solo pensar en todo lo que ha pasado.
Creo
que debo explicarme.
Los
soldados se veían nerviosos por algo, todavía no sabíamos que
estaba pasando. Terminaron por separarnos, yo y Octavio, uno de los
policías, quedamos arrumbados en un cuarto donde trataron de sedar,
lo cual ya asumíamos, pero no lo lograron, terminamos por quedar
libres de esa horrible habitación desde donde nos vigilaban solo
para encontrarnos con que la instalación estaba vaciá... bueno, no
vaciá. en el contexto de no tener algo, eso es diferente, sino que
ya no había vida mas que nosotros.
Los
soldados estaban muertos, eso es a lo que me refiero... Dios, me esta
afectando el no tener tanto contacto con el exterior, creo que el
pelear contra esas cosas me esta volviendo mas Humano de lo que
alguna vez fui.
Hablando
esas cosas también recuerdo que hablamos con dos personas que no
parecían estar completamente en sus cabales aunque con todo lo que
hemos visto hasta el momento ya no se que pensar al respecto. Primero
encontramos a una joven de unos, tal vez dieciséis o diecisiete, que
comenzó a hablarnos acerca de lo que estaba pasando, según ella,
Camila creo que se llamaba, era la responsable de la muerte de todos
los soldados y venia buscando a otro tipo, el cual llamaba el Gringo,
por que el era el responsable de las cosas que encontramos en el
edificio Zaragoza y parecía ser que el fin de la vida como la
conocíamos se acercaba y en ese plan no estábamos incluidos,
insisto, esto es muy raro y complicado para explicar pero lo único
que se es que nosotros estamos en el medio de todo esto y nuestra
prioridad es salir con vida de este infierno para... reiniciar la
civilización nuevamente, espero.
Me
pregunto si esto ya paso en el pasado... no creo que sea bueno pensar
en esto antes de ir a dormir, mejor pensare en esto cuando mi mente
este menos retacada de preguntas y cuestiones metafísicas.
Después
de salir de la base, sin olvidarnos de buscar al compañero de
Octavio, el cual no estaba en ningún lado, y del otro tipo nefasto,
el proxeneta, quien estaba inconsciente por el sedativo que le
inyectaron, a quien tuvimos que llevar en una silla de ruedas por
toda la base para encontrar algo para despertarlo, por que
lamentablemente los golpes no surtieron efecto y no se nos ocurría
algún otro método mas efectivo para despertarlo, al menos a mi no
pero esa no es culpa miá, en Italia me enseñaron a romper gente y
no a enmendarla.
En
fin, dimos la vuelta por la base y encontramos todo abierto,
encontramos lo que parecían ser dos sobrevivientes o alguna clase de
sujetos de prueba encerrados en dos cuartos al fondo del pasillo
donde nos encontrábamos y en otros cuartos encontramos a esas cosas
merodeando pero incapaces de salir de sus cuartos para nuestra buena
fortuna. El resto de la base era un pueblo fantasma espeluznante,
cuerpos por todos lados, muchos cayeron ahí donde se encontraban
haciendo alguna labor y otros estaban apilados por decenas en las
afueras de la base, una visión horrible y perturbadora que jamas me
hubiera imaginado fuera de una guerra.
Las
indicaciones que nos había dado Camila era que saliéramos y
fuéramos por nuestras familias, que nos ocultáramos y que nos
cuidáramos del Gringo, a quien en ese momento todavía no
conocíamos, y sin dudarlo mas nos armamos hasta los dientes, tomamos
nueva vestimenta, un HUMVEE prestado y salimos de inmediato de la
base, originalmente con rumbo a la otra base militar pero Camila nos
había informado que ya la había visitado y no encontró ni a
nuestro compañero ni al famoso Gringo por lo que optamos por cambiar
de rumbo a casa de Octavio para buscar a su novia y de paso a su
compañero, Bob o Roberto, que se yo.
Lo que
paso acontinuacion es un poco raro pero quiero dejar claro que estoy
tratando de hacerlo tan verídico como puedo mientras me apego al
raciocinio.
En la
casa de Octavio no estaba su novia ni su perro, al cual extrañaba,
por lo que yo veía, mas que a ella, pero cada quien lo que guste y
quiera de si mismo y los demás, en eso no me meto yo, pero en fin,
buscando por la casa, dejando al proxeneta cuidando el HUMVEE en la
torreta, terminamos por encontrar a un tipo en bata en el baño. Mi
reacción era la de matarlo, podía ser un posible zombie o algún
ladrón, no sabíamos todavía en ese momento, pero Octavio tenia
otra idea en mente, pensaba que este hombre y su novia tenían algo
que ver con su novia, problemas de relaciones tampoco son de mi
incumbencia pero la limpia de casa si, creo que mi profesión ya debe
ser clara por estas lineas de texto, por lo que ofrecí mis servicios
para encargarnos de el. Ya sea por decisión de algo, alguien,
fortuna o la divinidad y providencia de tratar de averiguar si
todavía vivía o no Octavio decidió tirarle un jabón y al dar un
golpe la figura se levanto y resulto ser Bob, su compañero de
trabajo, el otro policía, el que tenia muy buen tiro con las
pistolas, y después de una discusión acalorada entendimos que
había, por instinto tal vez, logrado llegar hasta la casa de su
mejor amigo y de alguna manera logro ocultarse aquí. Seguía un poco
atontado por el sedativo que le habían proporcionado pero eso no
impedía que pudiera funcionar al menos en un cincuenta por ciento.
El
plan hasta este momento era primero el contactar a la novia de
Octavio, lo cual fallo y por decisión dejo varias notas en su casa
para dejarle saber que no debía moverse de la locación hasta que no
regresáramos; la de recuperar todas nuestras cosas, yo en lo
personal ocupaba mi diario, libretas y algunos otros objetos
personales que no podría encontrar en este continente y otras que
eran muy personales miás, como mis recuerdos de Fiora... la extraño
mas que a nadie. Ti amo bambina, sempre nel mio cuore.
Primero
viajamos a la casa de Bob, nos encontramos con los militares, quienes
se veían algo apresurados, la radio lo confirmaba con comunicaciones
pasando por todos los canales a altas velocidades y usando frases y
códigos que jamas habíamos escuchado antes pero aunque no podíamos
entenderlo sabíamos que algo ya se estaba gestando aunque no
sabíamos donde.
Decidimos
salir de ahí y viajar a mi casa, en el proceso paramos en una
gasolinera, o gotera
como le dicen aquí, y ahí nos percatamos que en las noticias
mencionaban problemas en los hospitales, amotinamientos, balas,
policías, la situación era mas critica cada segundo. Dos celulares,
setecientos pesos después, medio kilo de comida chatarra, entre
ellos twinkies, de los cuales Bob esta obsesionado por alguna razón,
algunos litros de diésel, llamadas a varios conocidos, quienes no
parecían estar conscientes de lo que pasaba a su alrededor o
pensaban que otra vez narcotraficantes habían entrado a los
hospitales para matar o rescatar a alguien a punta de plomo, todo se
estaba yendo al garete y nosotros no podíamos hacer nada mas que
correr contra reloj.
Llegando
a la zona donde vivía, en la parte mas ruin, vil y pobre de la
ciudad, pasamos a buscar mis cosas pero me sorprendió el encontrar
todo en silencio, aquel lugar siempre era un infierno en ruedas y
para mi sorpresa no encontramos a nadie, ni ruido, ni nada, nada
hasta no visitar mi cuarto donde se encontraba un hombre bien vestido
con los inquilinos, quienes parecían idos. La conversación entre el
Gringo, quien hacia justicia a su apodo al hablar en Ingles, se
encontraba bastante intrigado, quería saber como habíamos llegado
hasta aquí, quienes eramos, todo, con detalle, pero no profundizamos
en eso, al menos yo no, ni Octavio tampoco, Bob y el proxeneta se
habían quedado atrás por seguridad.
Después
de consumirse mi absinth
y dejarnos atrás con mas dudas todavía que respuestas, a excepción
de que en efecto la vida como nosotros la conocíamos se aproximaba a
su fin y el llegaría a quedarse como el amo y señor de todo, nos
dejo cientos de muertos vivientes, tal vez no tantos pero estando tan
cerca en espacios tan pequeños pueden causar ese efecto, pido
disculpas por la inexactitud pero no iba a parar a contarlos, yo iba
a salir de ahí con mis cosas. Por buena fortuna salimos ilesos,
excepto Octavio quien recibió una mordida en el hombro izquierdo la
cual tuvo que curar el mismo por nosotros desconocer esas cosas.
En
ese momento paso algo que no me esperaba.
Diez
hombre llegaron de los alrededores, no parecían entender que un
apocalipsis estaba sucediendo alrededor de ellos y prefirieron hablar
de “manera amable” con nosotros, mi respuesta fue apuntarles con
la M60 para forzarlos a que pensaran dos veces sus actos. Ellos se
calmaron, una amenaza como esa no viene en vano, Octavio termino su
quehacer y regreso al interior, nos alejamos rápidamente y
comenzaron a tirarnos cosas o a disparar, realmente no podía
distinguirlo con todo lo que estaba pasando a nuestro alrededor, pero
mi respuesta fue sencillamente la de disparar algunas tiros para que
entendieran que esto era en serio, desafortunadamente, y Dios, como
mi testigo, sabe que lo que hice aquel día no fue intencional y sin
malicia, que soy un asesino pero con un código de honor y que no
mato a inocentes sin importar sus crímenes o defectos, mi puntería
fue mejor de lo que esperaba, varios de ellos cayeron muertos y los
que no salieron corriendo de inmediato, el arma seguía disparando
fuera de control, mi dedo fuera del gatillo, no podía detenerla y no
se me ocurrió otra cosa mas que parar el mecanismo para que dejara
de hacerlo.
Después
de este incidente Octavio logro contactarse con su mujer, estaba
furiosa pero no entendí exactamente por que, lo único que sabia era
que ocupaban direcciones para salir de ahí y con gusto se las
proporcione, ya no quería saber mas de este lugar, nada. Tomamos un
pequeño receso en otra gasolinera y ahí nos dimos cuenta que ya
estaban hablando de mi pequeña hazaña, nos apodaban “la HUMVEE de
la muerte” y decían que eramos responsables de todos los muertos
en aquella población de la que escapamos, si tan solo supieran...
Llegando
a la casa, de la que creo es la mejor amiga de la novia de Octavio,
continuábamos encontrándonos con mas problemas, uno de ellos era
que la novia no se quería ir y su amiga tampoco, las noticias nos
tenían todavía en el ojo de la mira y un reportaje especial desde
el lugar de los hechos, donde aquellos cholos, o como sea que les
digan aquí, se encontraban bailando y haciendo símbolos raros con
sus manos mientras decían que ellos habían llegado de buena manera
a ofrecernos su ayuda mientras que nosotros respondimos de una manera
salvaje, grandisimo hijo de puta, y mientras se encontraban en el
proceso de la entrevista los cuerpos se levantaron y comenzaron a
devorar cuanto estuviera cerca, la señal se corto y entro una clase
de sistema de emergencia...
Nos
propusimos salir de inmediato de ahí, de la ciudad, escapar a donde
fuera pero lejos de ahí y pensar en una nueva estrategia antes de
que la civilización se colapsara por completo...
Y
el día todavía no acababa.
No comments:
Post a Comment