Diciembre
27, 2012.
Ciudad
Zaragoza
Este
día no podría estar peor.
Tengo
suficientes problemas ya como para tener que lidiar con otra
estupidez mas como esta y lo digo muy en serio, no estoy de humor
para seguir jugando al gato y al ratón, menos bajo estas
condiciones.
¿Cual
es el problema?
No...
no creo que sea un problema, creo que esta es una solución por lo
cual he de contestar una pregunta con otra. ¿Si esta es la solución
entonces cual era el problema el cual conllevo a esto?
Todos
los días era la misma rutina monótona, despertar, comer, transporte
publico, trabajo, comida, tiempo de descanso, trabajo, regresar a
casa, pudrirme sin hacer nada, dormir, repetir esta acción hasta
terminar demente o con alguna enfermedad relacionada a algún exceso
como el alcohol o el cigarro, tal vez alguna droga, y voila,
bienvenido al mundo del Siglo XXI.
Hoy
fue lo mismo, despertarme temprano, una de las cosas que mas odio en
mi existencia, para darme cuenta que no es temprano y que un apagón
o algún imbécil ebrio choco contra un poste e hizo que la
electricidad se fuera lo suficiente para que el estúpido aparato
perdiera su configuración y no me despertara cuando lo ocupaba;
después tome una ducha con agua fría, por que los hijos de puta con
los que comparto el cuarto se acaban toda el agua caliente y tratar
de despertarme mas temprano que ellos no es una opción ni mi
obligación; encontrarme con una cocina que parece una zona de
guerra, ni en los peores restaurantes de Italia encontrarías algo
como esto, con una comida nefasta llena de condimentos y picante que
solo esta gente podría ingerir, cosa que me niego a tocar, oler, ver
y por obvias razones digerir, por lo que otra vez tengo que recurrir
a productos enlatados y cerrados para sobrevivir ya que no tengo como
cocinar ni el tiempo para ello; el transporte publico de la ciudad es
una burla, sirve cuando quiere, hace lo que quiere, se maneja bajo un
sistema de honor bastante raro pero a la vez muy respetable y es
molesto, exageradamente molesto, ya dije que es molesto, no creo que
lo haya dicho lo suficiente, es una basura y lo odio pero es la única
manera como tengo para llegar a mi trabajo al otro lado de la ciudad;
que me llueva mierda por parte de mi jefe es otra cosa de la cual
disfruto todos los días, es un hijo de puta y si no fuera por mi
situación actual el hombre ya hubiera perdido un dedo o la mano;
como burla final tengo que usar este estúpido traje naranja de
barrendero para que todos se enteren que soy el conserje del lugar,
yo, Battista Andretti di Castiglone, pisoteando mi nombre y el de mi
familia como si fuera basura; ojala pudiera regresar a Italia o
Estados Unidos con mi familia, aunque, pensándolo bien, puede que
estén todos muertos ya bajo las actuales condiciones...
¿Ya
hable acerca de eso? ¿No? Creo que este es el momento oportuno. Me
encuentro en mi "oficina" en cosas que solo a mi me
incumben, cosas como estar viendo como el tipo del tercer piso se
tira a su secretaria o el jefe de una tienda en el quinto piso que
fuma crack en el baño publico, obviamente guardando todo esto para
cuando se ocupe en un futuro, cuando llegan estos tres locos haciendo
un ruido infernal, gritando como desesperados, corriendo hacia a mi
cubiertos en lo que parecía salsa de tomate o sangre, creo que la
segunda opción es mas viable que la primera aunque eso puede que sea
mi cerebro que esta completamente dañado por ciertos eventos de mi
vida que no discutiré en este momento. Es en este punto cuando me
doy cuenta que el sótano esta invadido de gente que gruñe, con los
brazos extendidos hacia mi, vista perdida, un color de piel que no es
humano y sus bocas en constante movimiento como si quisieran...
comerme... si, en ese punto me di cuenta que era muertos vivientes,
zombies, zombi, no-vivos, como quieran llamarles, las cosas
estaban muertas y tenían una obsesión morbosa con comerme vivo,
algo que no iba a pasar.
Los
cuatro nos encargamos de limpiar el piso y comenzar a saquear la
oficina de seguridad que estaba en este mismo piso, de la cual alguna
vez robe municiones y armas pero eso es algo que no importa ahora. De
hecho, dos de ellos eran policías del edificio, "rent-a-cops"
les llamaríamos en Estados Unidos, una burla de lo que es un policía
pero siendo honesto no se que tanta burla no se hagan a si mismo los
policías ya con todos los estereotipos que les tiran encima. Después
estaba aquel tipo enfermo, todavía no se a que se dedica pero mi
teoría es que es alguna clase de proxeneta, uno que esta mal de la
cabeza y ocupa una operación de cuello de inmediato... no, calma,
después, no es el momento pero... en serio, a quien en su jodida
mente se le podría hacer divertido sobrevivir a un apocalipsis de
este calibre con una sonrisa en la cara, la sociedad se esta
colapsando y a este tipo lo único que le importa es encontrar nuevas
maneras de matarlos de una manera despiadada e inhumana que ni yo
hubiera podido imaginar en mis peores momentos... por Dios.
Aunque
pensándolo bien no me debería quejar, el tipo tiene sus habilidades
al igual que los pseudo-policias, en especial el que tiene una
puntería increíble, ese tipo no deja de sorprenderme, pero ellos
tienen una falla en su plan de trabajo que todavía no toman en
consideración y eventualmente tendrán que recurrir a mi técnica
para sobrevivir.
Me
explico.
Nuestra
situación en el sótano era comprometedora, habíamos terminado con
lo que encontramos en el sótano y debíamos correr hacia el lobby
donde algunos soldados estaban resguardando el área y parecían
estar buscando sobrevivientes, en otro momento hubiera dicho que esa
era una mala idea pero realmente no me importaba ya, mucho menos
cuando teníamos a un edificio completo tratando de atraparnos pare
convertirnos en su comida. Los policías tenían un pequeño arsenal
ahí abajo, nunca lo había notado tan bien, pero nos preparamos como
mejor pudimos.
Tome
una escopeta de dos cañones y le recorte la culata, bulto estorboso
que no ocupo y con una segueta que tenia en la oficina termine por
recortar los cañones unas pulgadas para dejarla mas manejable; una
pequeña hacha para cortar madera, de las que se usan para abrir
campo en caso de un incendio, se volvió de pronto en mi mejor amiga,
me trajo recuerdos de hecho, muy buenos recuerdos,cubrí mis manos de
vendas para evitar perder mis armas, puse un revolver calibre 38 a mi
costado derecho y acomode el chaleco anti-balas, ajustándolo lo mas
duro que podía a mi cuerpo, que estos tipos encontraron en el cuarto
de guardia y por ultimo tome una corbata y la use como bandana
para cortar el sudor de mi frente y realmente lo hice por que siempre
quise usar una como bandana; me encontré listo y moviéndome junto
con estos tipos y llegamos a las escaleras de emergencia que llevaban
al lobby, ahí fue cuando realmente vimos como la mierda golpeaba el
ventilador.
Esas
cosas son lentas, no son inteligentes, pero persistentes, cuesta una
lluvia de plomo tirar a un grupo de esas cosas, que siempre parecen
viajar en docenas, y eventualmente terminaríamos por gastar todas
las municiones si es que no nos movíamos rápido, en ese momento fue
cuando recordé mis tiempos en Italia y los Estados Unidos, cabeza
tras cabeza volando, cuerpos cortados a la mitad, extremidades
cayendo al piso, nada puede ganarle a una buena hacha por que a final
de cuentas las balas se acabaran y tendremos que recurrir a las
buenas armas de cuerpo a cuerpo como en el Medievo y yo estoy mas que
listo para eso. En fin, estas cosas tal vez no sentían dolor pero al
menos podía dejarlas como un bulto incapaz de hacer mas que mirar a
su alrededor. Así pasamos la primera horda, no sin recibir algunas
mordidas, una de ellas me llego en el muslo derecho, el muy hijo de
puta se quedo clavado en mi pierna y no podía hacer nada para
quitármelo, tanto fue el dolor que falle un disparo a la maldita
cosa pero creo que me siento afortunado de no haber perdido mis
testículos o mi pene, de lo contrario como podría repoblar la
tierra después de que la recuperemos.
Doce
cuerpos en el piso y no habíamos dado un solo paso por la escalera,
unos pasos sobre la escalera produjeron unos doce o quince
deambulantes mas y ya a la mitad de la escalera otros quince pero
esta vez nos tomamos el tiempo para hacer una pared con todos los
cuerpos y tomarnos el suficiente tiempo para apuntar y acabar con
esas cosas antes de que llegaran a pasar, si lo hacían las recibiría
con mi nueva amiga.
Tomando
un respiro escuchamos a los soldados buscando sobrevivientes por la
banda de emergencia sobre la cual esta sintonizado el radio de uno de
los policías, sonaba sospechoso pero seguía siendo nuestra única
salida ya que los cálculos indicaban que tratar de llegar al tope
del edificio era suicida y nos quedaríamos sin municiones aunque
había un punto medio donde podíamos recoger mas de igual manera se
descarto esto, los tubos de ventilación estaban muy lejos como para
usarlos y evitar toda esta mierda, el generador de emergencia no
alimentaba ninguno de los elevadores o sistemas principales del
edificio, el Internet y las señales de teléfono estaban
interrumpidas por los militares por lo que no podíamos contactarnos
con el exterior, no quedaban muchas opciones... el sonido de la radio
interrumpió nuestra deliberación, balas, ráfagas muy rápidas,
otras cortas, mas controladas, parecía que tenían problemas afuera,
nada de esto podría acabar bien... salimos al lobby y encontramos
otro grupo mas de esas cosas.
Me
abrí paso a la fuente lentamente, no ocupaba correr si esas cosas
tampoco lo hacían, por lo que fui uno por uno tirándolos mientras
que el proxeneta me seguía, los policías tomaron el lado derecho,
uno de ellos disparando de manera calmada y el otro desde arriba de
una barra, de lo que alguna vez fue una pequeña tienda de cafés,
disparando su escopeta de doble barril hacia cualquier cosa que se la
acercara lo suficiente. Corrimos yo y el loco hacia la fuente,
escopeta retumbando y hacha volando cabezas, las balas de la 38 las
podía escuchar cerca de mi, con eso sabia que el otro tipo estaba
vivo, y del otro lado podía ver a los policías corriendo hacia la
puerta del elevador donde después dieron vuelta y continuaron
corriendo, disparando, recargando, tomándose su tiempo con las
cosas.
Cayeron
ráfagas sobre los que quedaban de pie, la milicia había entrado de
golpe, aparentemente no nos habían visto hasta que habíamos
terminado con casi todo lo que estaba de pie.
Nos
escoltaron hacia un camión y de ahí a un hospital que tienen
acordonado al igual que el edificio del cual nos sacaron, del cual
llovían cuerpos, literalmente, por las ventanas.
Me
encuentro todavía en el Hospital pero algo me dice que no me queda
mucho tiempo aquí, escribo esto como parte de mis memorias y
principalmente como un recordatorio para aquellos que sobrevivan lo
que viene para que sepan lo que ocurrió... lo que realmente
ocurrió.
[La
ultima parte esta escrita de manera apresurada, sin fecha ni lugar]
Veo
mucho movimiento afuera y los soldados parecen nerviosos, creo que mi
teoría es correcta... esas cosas lograron escapar del edificio y
vienen por nosotros.