Existe
un edificio bastante viejo cerca del centro de la ciudad, diez pisos,
de color negro al igual que las ventanas que le recubren, un anuncio
decrepito que estaba casi deshecho adornaba el tope del mismo. En
este lugar se trabaja en todos los ámbitos, existen tanto ingenieros
en diferentes ramos como licenciados, maestros y doctores, todos
viven en conjunto, les guste o no, y se encuentran en constante
contacto gracias a la necesidad de las disciplinas del vecino. En el
noveno piso de este edificio se tenia algo muy peculiar, para empezar
este piso era poco diferente a los demás, desordenado pero bello, en
caos armonioso, se tenia un poco de todo por todos lados y algo de
todos en pocos lugares, era una combinación de muchas cosas pero
irradiaba una clase de sentimiento de libertad sobre una opresión
desconocida para algunos y muy frecuente para otros. Es en una
esquina poco iluminada, aquella esquina del noveno piso que era
lúgubre, uno de los pocos espacios donde la luz no alcanzaba a
iluminar y que pocos deseaban pisar, donde se encontraba algo que
solo una diminuta cantidad de personas se atrevían a conocer. Era
tradición de los empleados el mandar a los nuevos, fuese cual fuese
su ramo, a dicho piso para hacer entregas al igual que a visitar a
los peculiares miembros de este piso, muchos no regresaban, los pocos
que lo hacían se remitían a frecuentarlo muy de vez en cuando y los
que quedaban volvían todos los días para maravillarse de las
curiosidades y datos interesantes que se encontraban aquí. Fue en
una ocasión cuando uno de los nuevos tuvo la oportunidad de hablar
con el hombre que trabajaba en la oficina de la esquina, el hombre
que habitaba en aquella oscuridad era curiosamente llamativo, una
persona un tanto lúgubre que retomaba mucho la filosofía de vivir
con el prójimo en paz para que a el lo dejaran en paz mientras que a
la vez sus vecinos no le dejaban tan en paz como el quería pero de
igual manera continuaba con su política de trabajar sin molestarlos
aunque nadie comprendiera realmente lo que hacia.
Esta
oficina ocupa un poco mas de explicación, para empezar era un lugar
de trabajo aterrorizante y no apto para el débil, las paredes
estaban decoradas con artefactos bizarros, herramientas que en otros
tiempos eran de lo mas normal pero que hoy en día recordaban lo
salvaje que fueron los siglos pasados de la humanidad; pinturas y
dibujos un tanto raros ya que contrastaban unos con otros, algunos
siendo una verdadera belleza, como una replica de la Mona Lisa o la
Ultima Cena, otros un tanto confusos, como unos relojes que se
derretían en el desierto o lo que parecía una escena de terror
donde una de las pocas cosas descifrables claramente eran un toro
deforme y una mujer que parecía encontrarse en dolor absoluto
mientras sostenía a un joven en sus brazos, otros pasaban totalmente
a lo obsceno y grotesco tan al grado que ya no se podían considerar
arte o tal vez si, eso a final de cuentas era decisión de cada
quien; los estantes y libreros, ocho y seis en total respectivamente,
se encontraban repletos de libros que daban un olor a libro caduco
pero a la vez se sentía que se habían tostado y añejado
deliciosamente en aquella oscuridad que prevenía mas su eventual
desgaste; en uno de estos libreros se encontraba una hilera de
figuras dentro de las cuales destacaba la piedra del sol mexica,
aquel circulo de piedra rico en simbología donde en el medio se
podía apreciar un rostro sacando una lengua perforada y unas garras
a sus lados que parecían de águila, la figura de cuatlicue,
dominatriz de serpientes y madre terrible, una criatura sin cabeza
mas que dos serpientes que se unían al tope y una falda hecha de las
mismas, y la piedra de coyolxauhqui, otra piedra circular pero esta
decorada con una mujer descuartizada en varios fragmentos, sin
olvidar un sin fin mas de estatuillas medievales y antiguas, replicas
de figuras heroicas y nefastas, según las grandes masas y las mentes
de ayer y hoy, siendo todas de diferentes tamaños, algunas
diminutas, como lo fueran unos pequeños cráneos de obsidiana, y
otras completamente colosales, como un juego completo de armadura
Medieval del Siglo XII; sobre el escritorio un mar de papelea que no
veía fin a través de unas manos en forma de garras, débiles,
viejas pero seguras, trabajaban lentamente aquellos papelea con mucho
esmero y un amor que hacia parecer como si fueran amantes.
El
nuevo empleado al principio no parecía tan interesado pero
lentamente se acerco y decidió primero observar con detalle aquello
que tanto hacia la desconocida figura que no podía concebir de
manera adecuada, no le pudo ver bien hasta no acercarse con sigilo,
todo para no interrumpirle, y así poder observarlo con un nuevo
enfoque que le permitía ver sobre la umbra. Era una figura vieja
pero a la vez se veía considerablemente fuerte, no se miraba con la
menor intención de prestarle atención y con suavidad, cuando lo
ameritaba, tomaba notas en unas pequeñas hojas cuadradas que tenia
enfrente de el y las almacenaba con cuidado en uno de los cajones de
su escritorio.
-Puedes
preguntar, tienes poco tiempo- Murmuro aquella figura con una voz
ronca y débil.
-¿Que
hace?-
-Hago
lo que todo mundo reniega y siempre juzga y se queja, lo que todos
toman por sentado y juran que ya no hay mas de que hablar, el orgasmo
Rankeano de creer que el mundo esta así por que si, que no ocupa
indagarse y explicarse con cuidado de no sazonarle de mas. Soy
aquello que muchos Estados han destruido con completo odio y otros
han amado con una ferra pasión-
-¿Es
un Historiador?-
-Se
podría decir, soy algo muy parecido pero a la vez también soy
muchas otras cosas. El simple hecho de tener la obligación de
entender la Historia me obliga a entender otros conceptos dentro de
ello que gracias a otras ramas que provienen de nuestros estudios han
nacido y proliferado ampliamente-
-Suena
frustrado-
-No,
para nada. Si estuviera frustrado estaría tirando una terrible
rabieta en el piso y gritando por mis honores y créditos, tengo
muchas cosas de mayor importancia y seriedad como la de estarme
matando por estupideces- El muchacho se quedo sorprendido, a pesar de
que el viejo no hablaba muy alto o fuerte se escuchaba en su voz un
tinte muy valioso de responsabilidad, seriedad y fuerza, parecía
como una clase de persona que en sus buenos días fue un gran líder.
-El tiempo se acaba muchacho-
-¿Algo
de interés en sus documentos?-
-Muchas
cosas pero no es algo que a la mayoría le interese al menos que
ensucie a algún héroe o eleve algún villano a un nuevo pedestal,
honestamente lo que encuentro hoy en día me promueve a buscar una
nueva manera de hacer las cosas si no es que quiero verme en la
penosa necesidad de tener que cerrar mi oficina e irme al carajo-
-Existe
un mundo allá afuera para explorar, no creo que todo lo que usted
ocupe este en estos archivos-
-Mas
que claro me queda eso pero nunca esta de mas examinar los viejos
archivos en busca de algo que este entre lineas, esos pequeños
detalles que le dan un buen sabor al día y a la vida, necesito
confirmar esto para entender el pasado con mayor claridad y entender
la forma de nuestro presente para que, si es posible, pueda
eventualmente saber a donde vamos-
-¿Se
puede hacer algo como eso?-
-En
teoría, no es como que todo va en un ciclo o en una linea
predefinida pero podemos encontrar ciertos patrones interesantes en
la Humanidad que nos dan una idea de por donde es que queremos ir y
la respuesta es, aunque tonta, muy sencilla y evidente-
-¿Cual
es esa respuesta?-
-Queremos
saberlo todo y nos da miedo, buscamos progreso a cambio de la
ignorancia, aceptamos presión social por beneficios a corto plazo,
no existen planificaciones buenas a largo plazo y eso es
eventualmente lo que termina por hundir a muchas naciones aunque, ya
sea por buena decisión nuestra o el añoro del hombre a recuperar su
pasado, existen muchos que regresan al campo de juego después de
haber desaparecido por siglos... bueno, al menos eso es lo que nos
gusta pensar pero la verdad es que muchas cosas siempre han estado
ahí solo que se les oculta para confundir al enemigo-
-Eso
suena interesante-
-No
todo es lo que parece a primera vista, le recomendaría que buscara
dentro de la gran Umbra y viera lo que es nuestro mundo realmente, lo
que es usted y yo en esta gigantesca estructura donde el individuo
parece no valer nada cuando realmente su trabajo colectivo parece ser
lo que le hace ser el engranaje mas importante. Ponga atención a
esos detalles minúsculos y tal vez pueda ver un semblante de verdad;
ahora fuera de aquí muchacho que me encuentro bastante ocupado en mi
arrogancia y locura como para prestarte mas atención- Sin decir mas
el muchacho se retiro de la misma manera que entro y casualmente
regresaría con aquel hombre viejo para aprender nuevas cosas viejas
que ahora se comprendían y admiraban con otro prisma.
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