Saturday, December 29, 2012

Diario de Battista Andretti: Entrada del 27 de Diciembre de 2012. (All Flesh Must Be Eaten)


Diciembre 27, 2012.
Ciudad Zaragoza

Este día no podría estar peor.

Tengo suficientes problemas ya como para tener que lidiar con otra estupidez mas como esta y lo digo muy en serio, no estoy de humor para seguir jugando al gato y al ratón, menos bajo estas condiciones.

¿Cual es el problema?

No... no creo que sea un problema, creo que esta es una solución por lo cual he de contestar una pregunta con otra. ¿Si esta es la solución entonces cual era el problema el cual conllevo a esto?

Todos los días era la misma rutina monótona, despertar, comer, transporte publico, trabajo, comida, tiempo de descanso, trabajo, regresar a casa, pudrirme sin hacer nada, dormir, repetir esta acción hasta terminar demente o con alguna enfermedad relacionada a algún exceso como el alcohol o el cigarro, tal vez alguna droga, y voila, bienvenido al mundo del Siglo XXI.

Hoy fue lo mismo, despertarme temprano, una de las cosas que mas odio en mi existencia, para darme cuenta que no es temprano y que un apagón o algún imbécil ebrio choco contra un poste e hizo que la electricidad se fuera lo suficiente para que el estúpido aparato perdiera su configuración y no me despertara cuando lo ocupaba; después tome una ducha con agua fría, por que los hijos de puta con los que comparto el cuarto se acaban toda el agua caliente y tratar de despertarme mas temprano que ellos no es una opción ni mi obligación; encontrarme con una cocina que parece una zona de guerra, ni en los peores restaurantes de Italia encontrarías algo como esto, con una comida nefasta llena de condimentos y picante que solo esta gente podría ingerir, cosa que me niego a tocar, oler, ver y por obvias razones digerir, por lo que otra vez tengo que recurrir a productos enlatados y cerrados para sobrevivir ya que no tengo como cocinar ni el tiempo para ello; el transporte publico de la ciudad es una burla, sirve cuando quiere, hace lo que quiere, se maneja bajo un sistema de honor bastante raro pero a la vez muy respetable y es molesto, exageradamente molesto, ya dije que es molesto, no creo que lo haya dicho lo suficiente, es una basura y lo odio pero es la única manera como tengo para llegar a mi trabajo al otro lado de la ciudad; que me llueva mierda por parte de mi jefe es otra cosa de la cual disfruto todos los días, es un hijo de puta y si no fuera por mi situación actual el hombre ya hubiera perdido un dedo o la mano; como burla final tengo que usar este estúpido traje naranja de barrendero para que todos se enteren que soy el conserje del lugar, yo, Battista Andretti di Castiglone, pisoteando mi nombre y el de mi familia como si fuera basura; ojala pudiera regresar a Italia o Estados Unidos con mi familia, aunque, pensándolo bien, puede que estén todos muertos ya bajo las actuales condiciones...

¿Ya hable acerca de eso? ¿No? Creo que este es el momento oportuno. Me encuentro en mi "oficina" en cosas que solo a mi me incumben, cosas como estar viendo como el tipo del tercer piso se tira a su secretaria o el jefe de una tienda en el quinto piso que fuma crack en el baño publico, obviamente guardando todo esto para cuando se ocupe en un futuro, cuando llegan estos tres locos haciendo un ruido infernal, gritando como desesperados, corriendo hacia a mi cubiertos en lo que parecía salsa de tomate o sangre, creo que la segunda opción es mas viable que la primera aunque eso puede que sea mi cerebro que esta completamente dañado por ciertos eventos de mi vida que no discutiré en este momento. Es en este punto cuando me doy cuenta que el sótano esta invadido de gente que gruñe, con los brazos extendidos hacia mi, vista perdida, un color de piel que no es humano y sus bocas en constante movimiento como si quisieran... comerme... si, en ese punto me di cuenta que era muertos vivientes, zombies, zombi, no-vivos, como quieran llamarles, las cosas estaban muertas y tenían una obsesión morbosa con comerme vivo, algo que no iba a pasar.

Los cuatro nos encargamos de limpiar el piso y comenzar a saquear la oficina de seguridad que estaba en este mismo piso, de la cual alguna vez robe municiones y armas pero eso es algo que no importa ahora. De hecho, dos de ellos eran policías del edificio, "rent-a-cops" les llamaríamos en Estados Unidos, una burla de lo que es un policía pero siendo honesto no se que tanta burla no se hagan a si mismo los policías ya con todos los estereotipos que les tiran encima. Después estaba aquel tipo enfermo, todavía no se a que se dedica pero mi teoría es que es alguna clase de proxeneta, uno que esta mal de la cabeza y ocupa una operación de cuello de inmediato... no, calma, después, no es el momento pero... en serio, a quien en su jodida mente se le podría hacer divertido sobrevivir a un apocalipsis de este calibre con una sonrisa en la cara, la sociedad se esta colapsando y a este tipo lo único que le importa es encontrar nuevas maneras de matarlos de una manera despiadada e inhumana que ni yo hubiera podido imaginar en mis peores momentos... por Dios.

Aunque pensándolo bien no me debería quejar, el tipo tiene sus habilidades al igual que los pseudo-policias, en especial el que tiene una puntería increíble, ese tipo no deja de sorprenderme, pero ellos tienen una falla en su plan de trabajo que todavía no toman en consideración y eventualmente tendrán que recurrir a mi técnica para sobrevivir.

Me explico.

Nuestra situación en el sótano era comprometedora, habíamos terminado con lo que encontramos en el sótano y debíamos correr hacia el lobby donde algunos soldados estaban resguardando el área y parecían estar buscando sobrevivientes, en otro momento hubiera dicho que esa era una mala idea pero realmente no me importaba ya, mucho menos cuando teníamos a un edificio completo tratando de atraparnos pare convertirnos en su comida. Los policías tenían un pequeño arsenal ahí abajo, nunca lo había notado tan bien, pero nos preparamos como mejor pudimos.

Tome una escopeta de dos cañones y le recorte la culata, bulto estorboso que no ocupo y con una segueta que tenia en la oficina termine por recortar los cañones unas pulgadas para dejarla mas manejable; una pequeña hacha para cortar madera, de las que se usan para abrir campo en caso de un incendio, se volvió de pronto en mi mejor amiga, me trajo recuerdos de hecho, muy buenos recuerdos,cubrí mis manos de vendas para evitar perder mis armas, puse un revolver calibre 38 a mi costado derecho y acomode el chaleco anti-balas, ajustándolo lo mas duro que podía a mi cuerpo, que estos tipos encontraron en el cuarto de guardia y por ultimo tome una corbata y la use como bandana para cortar el sudor de mi frente y realmente lo hice por que siempre quise usar una como bandana; me encontré listo y moviéndome junto con estos tipos y llegamos a las escaleras de emergencia que llevaban al lobby, ahí fue cuando realmente vimos como la mierda golpeaba el ventilador.

Esas cosas son lentas, no son inteligentes, pero persistentes, cuesta una lluvia de plomo tirar a un grupo de esas cosas, que siempre parecen viajar en docenas, y eventualmente terminaríamos por gastar todas las municiones si es que no nos movíamos rápido, en ese momento fue cuando recordé mis tiempos en Italia y los Estados Unidos, cabeza tras cabeza volando, cuerpos cortados a la mitad, extremidades cayendo al piso, nada puede ganarle a una buena hacha por que a final de cuentas las balas se acabaran y tendremos que recurrir a las buenas armas de cuerpo a cuerpo como en el Medievo y yo estoy mas que listo para eso. En fin, estas cosas tal vez no sentían dolor pero al menos podía dejarlas como un bulto incapaz de hacer mas que mirar a su alrededor. Así pasamos la primera horda, no sin recibir algunas mordidas, una de ellas me llego en el muslo derecho, el muy hijo de puta se quedo clavado en mi pierna y no podía hacer nada para quitármelo, tanto fue el dolor que falle un disparo a la maldita cosa pero creo que me siento afortunado de no haber perdido mis testículos o mi pene, de lo contrario como podría repoblar la tierra después de que la recuperemos.

Doce cuerpos en el piso y no habíamos dado un solo paso por la escalera, unos pasos sobre la escalera produjeron unos doce o quince deambulantes mas y ya a la mitad de la escalera otros quince pero esta vez nos tomamos el tiempo para hacer una pared con todos los cuerpos y tomarnos el suficiente tiempo para apuntar y acabar con esas cosas antes de que llegaran a pasar, si lo hacían las recibiría con mi nueva amiga.

Tomando un respiro escuchamos a los soldados buscando sobrevivientes por la banda de emergencia sobre la cual esta sintonizado el radio de uno de los policías, sonaba sospechoso pero seguía siendo nuestra única salida ya que los cálculos indicaban que tratar de llegar al tope del edificio era suicida y nos quedaríamos sin municiones aunque había un punto medio donde podíamos recoger mas de igual manera se descarto esto, los tubos de ventilación estaban muy lejos como para usarlos y evitar toda esta mierda, el generador de emergencia no alimentaba ninguno de los elevadores o sistemas principales del edificio, el Internet y las señales de teléfono estaban interrumpidas por los militares por lo que no podíamos contactarnos con el exterior, no quedaban muchas opciones... el sonido de la radio interrumpió nuestra deliberación, balas, ráfagas muy rápidas, otras cortas, mas controladas, parecía que tenían problemas afuera, nada de esto podría acabar bien... salimos al lobby y encontramos otro grupo mas de esas cosas.

Me abrí paso a la fuente lentamente, no ocupaba correr si esas cosas tampoco lo hacían, por lo que fui uno por uno tirándolos mientras que el proxeneta me seguía, los policías tomaron el lado derecho, uno de ellos disparando de manera calmada y el otro desde arriba de una barra, de lo que alguna vez fue una pequeña tienda de cafés, disparando su escopeta de doble barril hacia cualquier cosa que se la acercara lo suficiente. Corrimos yo y el loco hacia la fuente, escopeta retumbando y hacha volando cabezas, las balas de la 38 las podía escuchar cerca de mi, con eso sabia que el otro tipo estaba vivo, y del otro lado podía ver a los policías corriendo hacia la puerta del elevador donde después dieron vuelta y continuaron corriendo, disparando, recargando, tomándose su tiempo con las cosas.

Cayeron ráfagas sobre los que quedaban de pie, la milicia había entrado de golpe, aparentemente no nos habían visto hasta que habíamos terminado con casi todo lo que estaba de pie.

Nos escoltaron hacia un camión y de ahí a un hospital que tienen acordonado al igual que el edificio del cual nos sacaron, del cual llovían cuerpos, literalmente, por las ventanas.

Me encuentro todavía en el Hospital pero algo me dice que no me queda mucho tiempo aquí, escribo esto como parte de mis memorias y principalmente como un recordatorio para aquellos que sobrevivan lo que viene para que sepan lo que ocurrió... lo que realmente ocurrió.

[La ultima parte esta escrita de manera apresurada, sin fecha ni lugar]

Veo mucho movimiento afuera y los soldados parecen nerviosos, creo que mi teoría es correcta... esas cosas lograron escapar del edificio y vienen por nosotros. 

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