Aunque
se que el tener un interés por mantener a mi enemigo vivo es una
necedad humana, alguna vez mencionada por un filosofo alemán que se
quedo loco, ni a mi peor enemigo le podría desear el mal de salud,
de mente, corazón o alma, si vamos a pelear alguna vez entonces veré
por que ambos nos encontremos al mismo nivel, sanos y capaces de
poner al máximo nuestro carácter y habilidades, comprobando así
quien es el mejor y por ley de quien sea la victoria se la merece
plenamente.
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