-Hey,
si, tu- El hombre casi tiraba el vaso de cristal que sostenía con su
mano derecha, sus ojos se alargaban a tal punto que parecían apunto
de salirse de su punto fijo y con la boca abierta a tal punto que
parecía apunto de caer al suelo. Lo que tenia frente a el no era una
mujer, ni dinero, mucho menos era algo que le beneficiara, al
contrario, lo que tenia frente a el no era nada mas que un pedazo de
hielo en forma de cráneo con un cigarro en la boca y ojos saltones
que flotaba en su bebida, cobrando vida de la nada. -¡Deja de verme
como un imbécil y sacame de aquí que me voy a derretir!-
-Pero...
eres un pedazo de hielo-
-Eso
es lo que tu puedes ver, realmente soy una entidad que vive
dimensiones arriba de la tuya donde no podrías comprender mi elevada
forma por lo que debo reducirme a verme de manera inútil y estúpida-
El curioso pedazo de hielo movía la boca como si estuviera viva y de
paso movía su cigarro de un lado a otro al hacerlo, era tan real que
si el hombre estuviera mas alcoholizado no podría diferenciarlo de
una persona real. -¡Sacame de aquí!-
-Que
no deberías poder hacerlo tu si se supone que eres tan poderoso-
-Lo
soy en otra dimensión, no en esta, no es momento para cuestionar la
tela de los planos ni mucho menos la mecánica del universo, lo único
que ocupo de tu estúpido ser es que me saques de este vaso-
-Podrías
pedirlo de manera mas amable- En respuesta el cráneo levanto la
mirada y se quedo viendo fijamente al hombre, cerro el ojo izquierdo
levemente, levanto el mentón y disparo su frígido cigarro el cual
impacto en el ojo izquierdo y dio como respuesta la caída del vaso,
fragmentandolo en cientos de pedazos, liquido brotando por todos
lados, empapando suelo y al benefactor que ahora se encontraba de
rodillas en un dolor que nunca había experimentado; lentamente el
cráneo rodando debajo de una silla hacia la oscuridad desde donde
sus ojos saltones observaban los alrededores.
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