La sorpresa del dia

-Quiero estar dentro de esas sabanas con ella, ahogarme con su perfume, quemarme con cada beso de sus labios y el roce de su piel, tal cual como un cerillo…- Aquel hombre enamorado suspiro fuertemente mientras observaba a una figura bailando con tacones y vestido que quemaban la pista.

-Eres un puto enamorado de mierda, porque no puedes simplemente decir que te la quieres coger y ya- Ese hombre tomo un trago de su cerveza y la dejo de lado, ahora vacía, para buscar otra más dentro de la cubeta enfrente de ellos.

-Porque no quiero ser tan cínico, por eso-

-A la mierda con eso, el propósito final es ese entonces para que ocultarlo- Abrió la botella y tomo otro trago de la cerveza aun fresca.

-Se disfruta más cuando lo haces con pasión, con ardor y con fuego en el corazón-

-El único ardor que te va a quedar va a ser en el pene, cuanto te des cuenta que tienes sífilis o gonorrea, y en el culo, cuando, lamentablemente, te des cuenta que es un travesti y que lo tiene más grande que tu-

-¿Tienes pruebas de eso?- El hombre cínico rio y apunto a la mujer, en dirección general

-Se le marca el paquete en el vestido- Por paquete se refería a un monstruoso bulto que le crecía sobre el vientre y que pocos parecían notar.

-Oh… bien, descartemos esa… ese… eso… que me dices de aquella-

-Más loca que una cabra-

-¿Y esa?-

-Ninfómana y posiblemente es portadora de enfermedades que todavía no se descubren-

-¿Aquella?-

-Deja de tomar, el alcohol es cabron y te está haciendo ver cosas que no están ahí, peor aún te está haciendo tomar cosas en consideración que deberían estar fuera de tu lógica-

-¿Qué, por qué?-

-Eso es un rotoplas-

-¡Diantres, es bueno tenerte aquí!-

-Todos cometemos errores pero no quiero que cometas el peor mientras yo esté presente-

-No sé si sentirme halagado o no-

-Lo que deberías sentir es la boquilla de esa cerveza que acabo de abrirte- El hombre cínico apunto a una botella que ahora se presentaba frente a su enamoradizo amigo.

-Salud por eso-

-¡Salud!-