Todos
sentían pánico, no sabían por que, no, no tenia que ver
directamente con aquel hombre parado en la primera linea con una
corona en llamas flotando sobre su cabeza, todos sabían que algo
había pasado pero no sabían que era.
Solo
el lo sabia, la persona al lado de el, curiosa y arrogante, trato de
tocar la corona mientras el progenitor de esta daba un discurso. Al
momento de tocar la corona esta no le hizo daño, simplemente comenzó
a desintegrarlo y absorberlo, un signo de pánico siempre presente en
el rostro de todos, y eventualmente a borrarlo no solo de la memoria
de todos los presentes sino de la memoria del universo mismo,
cambiando el orden intrauniversal de ciertas mecánicas e información
que se almacena en los vastos y eternos bancos de información que
son imperceptibles por los mortales.
En
aquel momento el hombre continuo hablando, los demás escuchando y el
universo olvidando.
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