Filosofando en un día de pago
¿No es acaso cómico que en lugares como
una taberna, el lugar de nacimiento de conspiraciones, amores e incluso grandes
organizaciones como las Logias Masónicas, sea un lugar tan amplio que puedas
llegar a filosofar de la vida?
Tal vez sea el alcohol o las plantas
psicotrópicas que consumen los patrones sean las causantes de esta apertura de
mente o puede que simplemente este edificio de origen Romano sea como un templo
sagrado a esta sabiduría a priori o de experiencia propia, como guste
llamársele.
Hay veces que uno divaga de cosas tan
estúpidas como quien se tiro a quién y por qué cierta persona anda saliendo con
otra persona de reputación deplorable o hay casos esporádicos, tal vez no tan
esporádicos, donde existen ciertas chispas de inteligencia o razón que te
alumbran el día con experiencias o conocimientos que comienzan a abrir tu mente
hacia otras puertas o dimensiones donde existen más de una manera de ver las
cosas.
Por ejemplo, pensar que uno puede hablar
de experiencias tales como las de un consumidor de marihuana que comprende que
la conexión con la tierra no es simplemente un lugar donde vivimos y ya. La
tierra nos da frutos que nos alimentan, nos cobija con su cálido abrazo y a la
vez se preocupa de darnos todo lo que necesitamos cuando todos nosotros ni nos
interesa ni nos preocupamos por realmente cuidarla al grado que la hemos dañado
como lo hemos hecho con nuestros mares y océanos los cuales gritan cada día,
hora, minuto y segundo con sus olas todopoderosas que se le respeten pero nadie
le escucha. Por eso el aire es su venganza en la forma más pura, algo tan esencial
que no podemos vivir sin él y que a la vez nos mata cada vez que le respiramos.
Malvada ironía de Dios que nos hace adictos a él sin advertirnos como lo hacen
estas cajetillas de cigarros que nos venden ahora con mil anuncios de que se va
a morir uno por su consumo… que estúpidos son al no entender que lo único
certero en esta vida es tu fin y que si no lo aceptas eres más débil que el más
tonto e iluso.
También discutimos del hecho de cómo un
animal, en este caso un perro, el cual realmente conoce la palabra lealtad,
honor, sacrificio y dolor al ver que su amo, un joven estadounidense que
regresa de la guerra de Irak en un ataúd, se encuentra en un féretro. El animal
se acuesta a su lado y le llora porque sabe que es el fin de su amo, el ya no está
en esta fase o dimensión física donde las cosas según importan, el ya no es uno
con su amo y le duele porque no está aquí con él y absurdo sea el que piense
que es porque esta persona es amada para el animal simplemente porque él era el
que le dio de comer y jugaba con el todos los días. ¿Qué no es este mismo
sentimiento el que un padre o madre la transmite a su hijo cuando está en sus
primeros años formativos donde estas figuras crean un impacto tan grande que el
niño puede llegar a amar o odiar a dichas figuras? ¿Acaso estamos tan cerrados
de mente como para no poder aceptar que un animal tan pequeño y simple no pueda
aceptar o entender estas palabras o sentimientos mucho más allá que las que
nosotros podemos? ¿Acaso ya perdimos este sentido de conexión feral con la
tierra y los demás seres y solo mentimos cuando sentimos, según, atracción o
amor a ciertas cosas u objetos?
Son cosas tan simples que dejamos pasar
por nuestros ojos que nos da a entender que tanto hemos perdido en nuestro
supuesto proceso evolutivo… un proceso de degradación donde nos jactamos de ser
superiores al planeta y al animal porque pensamos cuando realmente hemos
estando de-evolucionando tanto que ya hemos perdido contacto total con lo que
realmente importa que es nuestro mundo el cual es el único que tenemos a
nuestro alcance.
Mas cómico, pienso yo, es el regreso de
dicha taberna cuando te encuentras en un vehículo de color rojo que sigue una
ruta predeterminada por un conductor que tal vez sea más sabio o conocedor de
la vida que uno mismo, tocando en la radio una canción que habla de un Jesús
personal que te pide que levantes el recibidor y de donde recibirás carne y
hueso por dicho aparato, donde la gente sube y con honor le cede el paso a
otras personas. Me da confianza y felicidad ver que a altas horas de la noche
todavía existe así… que todavía este planeta puede que no esté tan condenado a
morir y extinguirse como me lo han hecho ver ciertos trabajos por los cuales he
pasado donde la gente tiene un lapso de atención peor que el de una mosca o que
no comprenden palabras o letras tan sencillas como una vocal o consonante…
barreras o impedimentos de comunicación que no tienen nada que ver con el
lenguaje sino mas bien con el hecho de que esta gente tiene tan lavado el
cerebro y es tan ignorante de todo lo que existe a su alrededor que viven como
los caballos con la vista tapada hacia una sola dirección.
Finalmente es, de cierta manera, bizarro
que llegue a mi cueva y me ponga a escribir un texto relacionado con cosas que
no tienen nada que ver con lo que tengo enfrente de mí. Este mí, yo, el o tu
que es frio y simplemente muestra un espejo a un mundo que no existe mientras
una voz grita con una voz gutural palabras acerca de un campo de batalla
seleccionado tácticamente por adelantado para empezar una guerra naval dentro
del pacifico… que extraño que dicha voz venga de un lugar llamado Noruega donde
solo sale música de gente que quema iglesias y alaba a Satanás por que según
quiere regresar a sus raíces nórdicas y no entiende el hecho de que personas
antes que ellos están tristemente arrepentidos de haber hecho alguna vez estas
acciones para provocar que gente tan ignorante llegara al estrellato
simplemente por pintarse la cara de blanco y negro, como sus ancestros barbaros
alguna vez lo hicieron cuando peleaban por sus tierras y creencias contra una
urbe tan gigante que decía dominar todo el mundo conocido, y que gente del otro
lado del mundo tomara tan enserio que quisieran imitarlos cuando ellos menos
entienden el significado de luchar por regresar a tus raíces… raíces que ya no
existen y nunca existirán porque para empezar no estaban ahí.
Pobres ilusos que creen que la
respuestas yacen en cosas tan vanas como pintarse, verse hermosos o comportarse
dentro del estándar social cuando no conocen, entienden o ven que fuera de
dicho supuesto estándar existe un mundo de posibilidades tan infinitas que
ofrece nuestra madre naturaleza que los mismos Dioses Mitológicos estarían
dispuestos a ponernos una paliza a sarta de truenos, inundaciones, fuego y
muerte con tal de que viéramos mas allá de lo que nuestra inútil vista de
caballo nos deja ver.
¿Me equivoco con opinar que la manera
del Hombre de ver su evolución es regresar a sus raíces?
Por: Vicente Manuel Muñoz Milchorena
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