Estas
al borde de un abismo, imaginalo, detrás de ti una escaleras que
engullen las tinieblas, difícilmente visibles ya a esta distancia,
tu vida a pasado rápidamente frente a tus ojos y el ultimo recuerdo
de ello son los pobres escalones que vez al borde de ese arco
deforme. Te encuentras parado sobre piedras mohosas de colores
esmeralda, grabadas con figuras y letras que solo los que le
construyeron podrían entender en su totalidad, algo que esta muy por
fuera del vago entendimiento que tienes sobre la vida y que provocan
en ti una sensación confusa, entre miedo y asombro, asco, es tan
mixto que difícil entenderlo.
Al
frente esta lo que queda de una torre, lo que parece ser una torre,
un campanario tal vez, alguna clase de objeto desconocido de
arquitectura olvidada que solo el mismo tiempo podría reconocer y
que al ojo humano no es mas que parte de una terrible curiosidad
obscena que haz penetrado de manera tan leve que ahora vives con una
gran duda existencial sobre ti mismo.
Todo
esto es apenas iluminado por una tenue luz que se escurre por tus
manos, es tan débil y temerosa, alumbra tan poco a tu alrededor que
pareciera como si estuviera aterrorizada de los alrededores, de
aquellas estructuras siniestras que decoran las inmensas paredes sin
fin que no tienen principio ni final, que se pierden en aquel
terrible abismo que te separa de la torre y tu posición actual.
Es
aquello lo que mas terror provoca, la inmensa oscuridad del abismo
que es imposible penetrar y aunque una voz en tu interior te ruega a
que derrames un poco de ese liquido en tus manos otra te grita que no
lo hagas, que aquello que habite y duerma en el fondo no debe ser
molestado en aquel lugar mismo donde la oscuridad misma juega con
algo mucho mas vil de lo que ella misma es, juega con lo desconocido
y sabes, en el fondo de tu cabeza, que jugar con lo desconocido puede
tener tanto consecuencias maravillosas como terribles... no sabes que
hacer al respecto.
La
piel se enchina, sientes mucho mas temor del que deberías, sientes
como si unos ojos te observaran desde el fondo, son enormes, palpitan
con furia y jamas se cierran, penetran el alma y congelan ahí mismo
al grado que flaqueas instantáneamente al borde de aquel terrible
abismo, como si unas enormes manos te obligaran a ponerte de rodillas
y rogar por tu vida ante el amo, maestro y poderoso señor que es,
demanda de ti todo y te da de regreso nada, por que así es el
abismo.
No
quedan muchas opciones, las escaleras no te llevaran de vuelta mas
que a una realidad que ya no tiene sentido para ti, todo después de
presenciar aquella terrible visión, y el avanzar significa pelear
contra el abismo y aceptar su ser, el de un monstruo listo a devorar,
el de un enemigo apunto de soltar el golpe final, algo tan infernal
que careces de palabras para describir y que sueltan una marea de
preguntas obsesivas que siempre terminan en -que vive ahí, que hay
ahí-
El
salto a la gloria puede ser mas fácil de lo que piensas pero obtener
ese conocimiento oscuro, de aquella piedra filosofal que te ha
llamado en tus suenos por interminables noches... de incansables
batallas que no puedes ganar ni tampoco evitar.
Algo
habita en esa oscuridad, no la conoces, no la has visto, pero tienes
mas por seguro el hecho de que sea lo que sea, al fondo, habita a
través de aquel velo una criatura infernal que no puedes vencer y
que día a día pierdes la batalla sin que tu mismo lo sepas.
No
puedes ganar, tus esfuerzos son en vano y aunque eso que tanto
quieres lo tengas en tus manos también caerás directo a ese abismo
y te hundirás hasta ser uno con el pero estas decidido, si haz de
caer que sea con todas las armas posibles para que cuando te topes
con aquello que habita ahí al menos termines tus días haciendo algo
mas que gritar.
No comments:
Post a Comment