Diario
de Kenneth Howlett, 18 de Abril, 1964.
Ya
estoy viejo para estas cosas, caminar es suficiente problema como
para que me tiren en la cara a una de esas cosas.
Estaba
en negocios cuando se me informo que teníamos visitas que podían
interesarnos, yo e Ishmael eramos los únicos que podíamos responder
a este llamado y el hacerlo me trajo tanto buenos como malos
recuerdos.
Un
grupo perteneciente a Delta Green estaba trabajando en la localidad y
necesitaba de nuestra ayuda, ayuda que no negué aunque tenia mis
dudas al respecto de que es lo que podía requerir de un viejo como
yo.
La
explicación fue breve pero me dio todo lo que requería para
ofrecerme a ayudarles de inmediato.
Museo
de Antropología, Monolito de Tlaloc, lluvia que no paro hasta que la
efigie se pusiera en orden, mucho interés por la piedra, mucho
blah-blah en los círculos esotéricos y lo peor de todo, visitas no
deseadas de una persona que esperaría no ver, pero quien a la vez
quería realmente volver a ver para pagarle de vuelta el favor que me
hizo al destrozarme la rodilla izquierda. Según me informan uso un
viejo truco, los hombres fuego, criaturas hechas en su totalidad de
fuego, inteligentes, rápidas y en especial letales ya que las armas
convencionales no les detienen.
Nos
reportamos de inmediato, en el camino continuamos hablando al
respecto y verificando la información que obtuvieron de la piedra.
Unas
fotos que se tomaron directamente del incidente revelaban información
no muy alentadora del monolito, la cantidad de símbolos terrible que
tenia escritos era impresionante y algunos de estos me hicieron
temblar, en especial la estrella amarilla de aquel que no debe ser
nombrado el cual sobresalía al menos tres veces a través de toda la
estructura.
Otras
fotos eran de personas de altos círculos, miembros importantes, pero
una de ellas deberá quedar enterrada en los archivos, la foto donde
el hijo de Le Merchant II, yo personalmente trabaje con Le Merchant
padre durante los treinta y mas cuando entro la Segunda Guerra en
poder, esta saludando al actual presidente de México, una foto que
podría ser iconica por si misma pero por razones obvias deberá
quedar encubierto hasta que el momento sea propicio.
En el
Museo no tuvimos problema para entrar, Ishmael saco su tarjeta mágica
y todo arreglado, y adentro nos encontramos con el tan buscado
monolito de Tlaloc y adicionalmente con cuatro agentes que tenia
tiempo sin ver, entre ellos estaba Gerault Dunn, un escoses que
recibió alguna clase de maldición por parte de un Dios tramposo que
se hizo llamar a si mismo Quetzalcoatl, que tan veraz pueda ser eso
queda unicamente en la mente de Gerault quien dijo haber visto en
persona al susodicho.
Gerault
dejo claro que el monolito no era exactamente lo que pensábamos y la
actitud de Agatha hacia este nos dejo en claro que lo que teníamos
en nuestras manos era muy peligroso para haberse movido hasta este
lugar y no a una bóveda de seguridad del proyecto.
Algunos
puntos claves que pudimos concluir al momento fueron.
* El
monolito es una especie de grimorio, muy parecido a los que se pueden
encontrar en la biblioteca del proyecto o en las manos de algún mago
loco, por que grabar esto en la piedra es algo de lo cual no tenemos
comprensión.
* El
monolito es una clase de prisión, de que no sabemos y en lo personal
no me interesaba saberlo en ese momento ni en el futuro, si ahí
estaba entonces ahí debía quedarse y ese era el fin de la
discusión.
*
Ishmael y el grupo especial, en especial Agatha y Amanda, mencionaban
que la piedra estaba cubierta de todo tipo de protecciones dándonos
de esta manera mas razón de creer que el objeto que teníamos en
frente realmente era una prisión.
* Si
se esperaron a que el monolito llegara hasta aquí era por una de dos
razones, tal vez las dos. Una, no sabían la locación del monolito o
si la sabían no tenia como moverlo, es enorme; dos, el liberar lo
que este dentro del monolito seria devastador en una ciudad
densamente poblada, esta ciudad probaría ser el conejillo de indias
para esta teoría si es que no nos movemos rápido.
* No
existía manera de mover esa cosa fuera de la ciudad sin que todos se
dieran cuenta y a la vez era imposible reemplazarla en tan corto
plazo viendo el tamaño y diseño de este. Esta opción quedaba
descartada al igual que llevarla a otro país siendo que el gobierno
jamas permitiría que tal cosa sucediera.
Durante
esta discusión. note tres cosas que nadie mas pareció notar o al
menos no en su totalidad.
La
primera fue la actitud de Agatha ante aquel monolito, no dejaba de
tocarlo de manera... inapropiada ni de mencionar la palabra Papa. Mi
experiencia me dice que esto no podía terminar bien, que cualquier
cosa que estuviera adentro podría ser algún agente perteneciente a
las fuerzas ruinosas o al caos reptante, cualquiera que fuera
realmente no quería saberlo aunque la curiosidad me mataba,
literalmente.
La
segunda fue la presencia de serpientes en la cercanía, estas
debieron ser invocadas por Gerault y si no fue así entonces su mismo
Dios le estaba mandando protección contra lo que fuera que estuviese
ahí y si lo hacia era por que estaba a minutos de salir de su
prisión.
La
tercera fue un sentimiento terrible de perdición, de finitud,
pesadez, no era la sensación de ser viejo o estar cerca del fin de
mis días, para nada, era algo que no sentía hace mucho tiempo...
era una sensación que crecía en la boca del estomago a todo el
cuerpo.
Eventualmente
llego a quien esperaba, Juan de Dios de la Barrera, y puso en claro
que no deseaba ya la piedra, que sus jefes la querían pero que el no
estaba dispuesto a moverla por ningún motivo ni tampoco se la
entregaría a cualquiera de ellos. Antes de retirarse escuchamos algo
que raspaba en la parte de afuera, algo que estaba desgarrando la
estructura ya bastante quemada y dañada del Museo. Amanda salio de
inmediato y nosotros nos quedamos con arma lista... bueno, yo me
quede esperando, mi arma, aunque me costo aceptarlo, paso a las manos
de un investigador privado que viajaba con el grupo de personas. La
ironía, el arma pasando a otro investigador privado.
El
edificio comenzó a colapsarse, Juan de Dios lo detuvo pero otra
sección le siguió y ya no pudo hacer nada para detenerle... una
terrible masa comenzó a gotear desde el techo, era viscosa, solida,
con una terrible cantidad de bocas y ojos, dejando un rastro de un
liquido que producir un olor insoportable, tenia tiempo que no veía
uno de estos y me hubiera sentido mas cómodo si tuviera mi arma a mi
lado.
Una de
las personas que viajaba con ellos se lanzo a la masa, este comenzó
a realizar movimientos de lucha grecorromana para tratar de someterle
pero no tuvo éxito alguno ni lo tendría de ninguna manera, creo que
le afecto ver a la cosa, creo.
Al
momento de suceder esto me percate de igual manera que el hombre al
cual había asignado el arma no disparaba, estaba congelado, frio,
sudaba, sus ojos desorbitados al ver aquella masa, le quite el arma y
comencé a disparar, no todavía, no hoy, tal vez algún día cuando
siga vivo pero no hoy, esta arma continua siendo parte de mi.
No nos
tomo mucho, afortunadamente, el deshacernos de la parte de esa masa
que había caído pero no tuvimos tiempo de respirar cuando
escuchamos al hombre del sombrero quejarse de unos sabuesos que
rodeaban el cuarto, terribles criaturas hechas de masa espacial, si
así se le podía llamar, con una mirada viciosa que invocaba nuestra
destrucción y un terrible chillido, un silbido, que era ensordecedor
y a la vez escalofriante, parecía como si trataran de llamar nuestra
atención para quedarnos orates en el momento.
Nos
formamos en un circulo, todos, Ishmael a mi derecha y Juan de Dios a
mi izquierda, por primera vez peleábamos juntos en una situación
que hasta el mismo Juan de Dios mencionaba como nuestro posible fin a
pesar de ya haber estado en situaciones muy parecidas, todo por que
sabíamos lo que estaba a punto de pasar.
De la
parte norte apareció una figura amarilla, encapuchada, tentáculos
saliendole de brazos y pies, su rostro cubierto completamente por una
mascara amarilla que cambiaba constantemente de forma y figura,
triste, enojada, feliz, asustada, no tenia un orden. Agatha corrió
hacia aquella figura mientras le gritaba 'Papa, papa!' y por primera
vez en mucho tiempo rece, por que no sabia que carajos era aquella
cosa y si aquella maldita loca estaba gritándole de felicidad por
tener un parentesco estaba dando ya por seguro que mi vida estaba
segundos de terminar en aquel lugar.
Lo
demás es confuso, recuerdo algunas palabras de aquello que no
debería ser, recuerdo que menciono que su hijo quería ser libre y
debía ser libre, Agatha parecía estar muy feliz por ello y de
pronto comenzó a quebrarse, tentáculos por todos lados y terribles
gritos que no eran de este mundo, nos quedamos fríos, el hombre se
retiro y forzó a Agatha a quedarse a cuidarnos, no nos quedo mas que
aceptar nuestro destino aunque Ishmael fue muy claro de que debíamos
escapar nosotros los mortales.
Así
fue en cuanto vimos la oportunidad, no miramos atrás, solo
escuchamos los gritos desde afuera y la gente en pánico observando
hacia el Museo.
Todavía
no se que paso con Ishmael y los demás... se que no están muertos,
se que no están vivos realmente, la ciudad sigue aquí y lo que sea
que pasara paso, pero me sigo preguntando donde están todos.
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