Archivo
de Roman Nuddleman, 29 de Mayo, 1931.
Los
pobres diablos mordieron el polvo. Puse demasiada fe en ellos...
bueno, que se le va a hacer, mejor ellos que los mejores de mis
hombres.
Este
es el reporte final desde su salida de Nueva York hacia Madrid.
Salieron
en el Excelsior, una nave Inglesa, con rumbo a Cadiz, un viaje de 40
a 45 días aproximadamente. [John] Miller reporto que durante los
días finales de su viaje se encontraron con un tal Capitán de la
Coba, del cual no tengo ninguna clase de información en los archivos
del Buró, y quien rapto a un Arqueólogo que viajaba con ellos al
igual que varias estelas recuperadas de Yucatan por el mismo.
Naufragaron
y fueron recogidos por un destructor, el HMS Queens Wrath, para ser
llevados a Gibraltar e interrogados. Parece ser que no sucedió mas
problema ahí y les dejaron en Cadiz de buena voluntad.
Ya en
Cadiz les informe que debían continuar su trayecto a Madrid y que
ahí debían comenzar su investigación con respecto al Culto de
Longinius y sus operaciones clandestinas.
Miller
hablo algunos días después pidiéndome información para localizar
a alguna congregación Judía, le informe que esto seria imposible ya
que los Judíos no se reúnen en España debido a las leyes y la
situación en la que se vive en dicho país, estaba bajo su propia
suerte y le recordé que debía pisar con cuidado ya que no tenia
manera de salvarle.
Dos
días después recibí la llamada del Australiano [Randal Smith],
estaban muertos, todos, me hablo de unas sombras, nos sabia que
estaba pasando y estaba histérico, le dije que se calmara y que
enviaría por en la brevedad posible.
Jamas
volví a escuchar de el ni de ninguno de los agentes, los periódicos
de Madrid no reportaron nada al respecto, desaparecieron sin dejar un
solo rastro y la operación quedo desmantelada.
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