Es
otro año mas, tengo 26, nací el 3 de Febrero de 1987 en el Distrito
Federal, también conocido como la Ciudad de México, tengo mas de 20
años viviendo en Tijuana, disfruto de esta ciudad, de su gente y la
extraña cultura, no creo poder cambiarla fácilmente, no creo que
exista un sustituto como tal.
En mi
cuarto de siglo me ha tocado vivir ciertas experiencias que me han
marcado, vivir en ciertas condiciones privilegiadas y no tanto, el
hecho de tenerlo “todo” no significa que lo tuviera realmente
todo, desconozco muchas cosas y labores manuales, en la mayoría de
los casos me niego a hacerlas por razones un tanto obvias y en otras
por desidia.
Los
periodos de incertidumbre vinieron cuando comencé a revolverme con
el publico, esto cuando entre a una Preparatoria publica donde un mar
de gente se veía ir y venir por todos lados. De convivir con
unicamente 30 personas en un salón pase a un universo de
posibilidades, ese fue el primer paso hacia un agujero y hacia un
camino diferente.
El
amor... el amor no lo conozco, entiendo simplemente lo que he visto
pero no se como expresarlo, soy estoico, con rostro de piedra, trato,
realmente lo hago, pero no es muy natural en mi todo eso, los rezagos
de una niñez que no fue completa, que no estuvo bien, no tuve eso en
especial y aprendí a odiar primero, a ser déspota, despiadado, la
maldad pulsa en mi y así lo seguirá haciendo sin parar, el cinismo
es mi padre y la crueldad sigue impresa en mi como el día que
aprendí lo que era ser un tirano y lo que era ser derrocado.
Eso
paso a los 6 años tal vez, el ordenar a unos amigos que hicieran la
limpieza por que yo habría de sufrir si no estaba todo limpio, los
maltrate, les grite y eventualmente se cansaron y reaccionaron, fui
juzgado de la misma manera y derrocado.
Fue
tal vez, al menos de las que recuerdo, la primera vez donde comprendí
el concepto de tiranía y opresión mas su contra-parte, que en ese
momento no pensé que fuera real.
Ver
las dos caras de la moneda me hace reflexionar mucho, la adolescencia
que viví estuvo llena de muchas altas y bajas, posiblemente mas
bajas que altas, muchas provocadas por mi mismo, nunca caí en
excesos por que no lo vi necesario, simplemente vivía en la
oscuridad y con un auto-estima por los suelos, en un abismo y una
burbuja donde nadie me pudiera tocar, no me relacionaba con nadie, no
quería saber nada de nada, la muerte hubiera sido mi mejor amigo
pero nunca logramos conocernos de la manera correcta.
Así
son las cosas a veces.
Y
estas canciones me ponen melancólico, me hacen recordar tantas
cosas, tanto que ame pero no tuve el valor ni la experiencia, tampoco
tenia las habilidades sociales ni mucho menos la confianza en mi
mismo para tratar de convivir, de comprender, mi orgullo pudo mas que
yo en muchas de esas ocasiones, caí en la repetición monótona del
ser yo, estaba solo, hundido, destrozado, roto, no muerto.
Soy un
hombre roto.
Triste,
si, melancólico, también, a veces mi mente juega conmigo, me
destruye y remolda como gusta, el estar en una guerra sin fin contra
ti mismo es lo peor que puedes pedir, no ocupas drogas, no ocupas
alcohol, no ocupas vicios, solo te ocupas a ti mismo, tu ser, tu y
las ganas de pelear contra ti mismo, contra aquello que todavía no
puedes dominar, no importa que tan viejo seas ni experimentado,
cuando es tiempo de pelear es muchas veces tiempo de perder, cuando
la memoria esta ya impresa hasta el fondo
Nada
esta mal afuera, la guerra es contigo y con nadie mas, todo lo que
hagas es un reflejo de tu guerra interna por controlar, controlar
todo, lo peor es que llegarías a lo mas bajo por lograrlo, la
tiranía pulsa en fuerza y no te deja vivir en paz, controlate,
controlate.
Un
caleidoscopio de memorias brota en tu mente, el sonido deprimente de
engranes que abren una puerta al dolor, todavía esta pendiente el
que arregles varios asuntos, debes hablar, escribir, buscar maneras
de cerrar todo y dejarlo sellado pero no sin haberlo resuelto primero
o de lo contrario sera en vano, todo sera en vano.
Solo
debo calmarme, ya muchos de estos problemas los he logrado pelear y
ganar, las sombras del existencialismo son banales para mi y lo que
le siga también, la inutilidad de preguntarse eternamente cual es el
propósito de la vida o de que sirve estar vivo es tan imbécil como
preguntarme por que respiro, es un proceso natural, la vida es un
proceso natural, nosotros somos los que hacemos de ello algo mejor,
si no funciona se arregla, no se tira, puta respuesta mediocre común,
compra algo nuevo, no puedes comprar un cerebro, corazón o cuerpo
nuevo, no todavía al menos pero ese no es el puto punto, el caso es
que se debe arreglar y se puede arreglar, solo ocupas quererlo,
cambiar, de hacer otra cosa y dejar el camino de la auto-destrucción.
Tengo
amigos, de todo tipo, hablo con ellos de lo que sea, me gusta como
son, quienes son, me inspiran, a veces hacen cosas malas, no los
juzgo y de hecho me divierte saber mas al respecto; tengo un trabajo
que me satisface, estoy aprendiendo cosas nuevas y poniéndome a la
vanguardia en un campo sobre el cual siempre quise trabajar, la
programación, y veo posibilidades de crecer, lo cual me alegra mucho
mas ya que en los anteriores mis posibilidades se veían reducidas de
manera cuantiosa por gente que tenia posiblemente una década o mas
en su puesto, todo aquel que se quiera quedar así puede continuar
haciéndolo, yo no, tengo mejores cosas que hacer; estudio una
carrera por gusto, la Historia, es lo mio, me entretiene, me
emociona, mis compañeros me hacen feliz por que hablo con ellos de
temas relacionados, son un buen grupo y espero eventualmente trabajar
con ellos, si es que claro ejerzo mi titulo y me especializo en algo
de la Historia pero eso estará por verse.
Sigue
faltando el amor...
Y tu,
tu sabes quien eres, me destrozas completamente y veo en ti lo que vi
en mi, quiero ayudarte pero no se como, siento que me ignoras por
razones que desconozco pero no puedo dejarte ir, ya lo hice y creo
que perdí algo, no se si es por lo sexual o simplemente por que veo
algo que pudiera durar, me duele que no lo veas o lo comprendas y
espero que nunca llegue a quebrarse algo en mi o de tu boca salgan
las palabras mágicas que destrozaran mi corazón por que soy tan
capaz de destruirte a ti para que nadie mas salga herido ni nadie mas
pueda tenerte, sin importarme si debo vivir el resto de mis días en
una prisión.
Lo
único que pedí en nuestro cumpleaños fue que tu fueras feliz, por
que me hace triste el verte en ese estado, y lo único que
respondiste fue que querías morir, que ese era tu deseo de
cumpleaños y que ya estabas harta de todo, que no podías seguir y
te dije que todos estábamos igual, que la vida no es fácil pero
todo continua.
Y al
día siguiente reímos de eso, el alcohol puede ser un detonante de
muchas cosas pero siempre habla mas de uno que cualquier otro,
incluso uno mismo aunque lo que dijiste ya lo sabia, siempre me
hablas con toda honestidad pero eso no me deja tranquilo, me destruye
tanto el corazón como mi salud mental, me deja en incertidumbre de
que esperar de ti y me da miedo verte desvanecerte como todo lo que
esta a nuestro alrededor y lo único que puedo pedir es que si
existe, y de eso no estoy muy seguro aunque algo me intuye que pueda,
en la infinidad de todo lo que hay, existir un dios o algo que se le
parezca, un ente que en su enfermo delirio pueda encargarse de mover
las piezas en contra o a nuestro favor, que el siempre cuide y guie
tu camino día y noche, que no teje caer al abismo y que
eventualmente puedas encontrar felicidad.
Espero
jamas tener que destruirte.
Mi
salud va de arriba a abajo, es una cosa o la otra, pero por fin,
después de hablar con personas que ya padecieron lo que yo, me
explicaron con lujo de detalle por que ciertos síntomas, por que la
ansiedad, por que esto y por que lo otro, por fin comprendo problemas
que, molestos, no son completamente letales aunque si deben ser
controlados para evitar mayores problemas.
Mi
humor esta bastante voluble, no pasa una cosa sin que pasa la otra y
junto con ello va mi humor que igual va de arriba para abajo, de
felicidad a tristeza, de humor a odio, es... difícil de controlar a
veces, junto con la ansiedad se vuelve un problema todavía peor pero
lentamente he logrado tener control de todo esto.
Estoy
roto, mas no acabado, y esto no se acaba todavía.
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