Sunday, January 20, 2013

La soberbia (Tijuana III)


-Que se vaya a la chingada ese viejo culero- La mujer tomo un sorbo de aquella botella de cerveza gigante, conocida como una caguama, y la dejo casi seca. -Una que se chinga día a día cuidando la casa, a los cerotes de los niños de este cabrón, aguantándole sus pendejadas y sus pedas, me tiene hasta la puta madre-


-Dígaselo comadre, no se deje- Respondió una mujer al lado de ella que bebía de una botella del mismo tamaño que ella. Ambas se encontraban al fondo del bar, debajo de una de las bocinas desde donde salia una litania de letras y música a toda volumen de un sinfín de colores y sabores tanto como para bailar o entrar en la total melancolía, en otros casos furia. -Usted se merece mas que eso-


-Es que ese viejo es un cabrón y ya se lo dije, se la pasa cogiéndose a todo lo que se le ponga enfrente y lo peor es que se las trae a la casa valiéndole una chingada sus pinches hijos, es un puto descarado-


-Pues no le abra la puerta comadre, cambie la chapa, llamele a su nuero para que le mande una patrulla y la tenga ahí vigiladita, capaz que le sale uno guapo y se enamora-


-Ay no que chingados, si todos son repinches feos y prietos-


-Nombre hay unos rebuenos y en uniforme se ven mejor-


-No, mejor que se vayan a la chingada todos aparte de que el muy cabrón es capaz de sacarme un susto con la pistola-


-Pues escondasela-


-Si comadre pero y luego los putazos quien me los quita, a el no le importa una chingada nada y ya no se que hacer-


-Entonces váyase de la casa, haga sus maletas y se va a vivir conmigo unos días en lo que ve que es lo que va a hacer-


-¿Y los niños, quien me los cuida pues? ¡No se los voy a dejar a ese cabrón y ah no, tampoco la casa, por que la casa es de los dos y a mi me tiene que dar parte del dinero y manutención!-


-Bueno y por que no hace entonces eso o se va a vivir con su mamacita otra vez allá en la capital-


-Es que es muy difícil comadre, usted no sabe por todo lo que ando pasando ahorita-


-La única que parece que la esta haciendo difícil es usted, lo que debe hacer es ponerse las pilas, moverse y salir adelante como una mujer fuerte, ya ve que la famosa Jenny así le hacia-


-Ay ya se, yo así también le tendré que hacer entonces, aparte pues tengo mucho talento como ya sabrá comadre-


-Si como no- En su mente lo único que pudo pensar al respecto era que eso no tenia el menor sentido, la mujer era de baja estatura, obesa, su voz era aguardientosa y no tenia ningún talento mas que el de quejarse abiertamente, algunos decían que incluso lo hacia de una manera descarada y sisañoza, y eso seguía siendo debatible por que lo hacia solo en los momentos de privacidad cuando nadie la podía realmente escuchar mas que sus allegados. En resumen, la comadre pensaba que aquella mujer, si bien podía y si lo hacia rápido, llegaría no mas lejos que de divorciarse de aquel hombre y conseguir nada a cambio de eso ya que su esposo era un narcotraficante bastante rico, le daba todo lo que quería, tenia a sus hijos en las mejores escuelas en San Diego y nunca le faltaba nada mas que, como ya lo habían comentado, la unión entre marido y mujer, era mas un patriarcado donde se hacia lo que aquel hombre dijera y ahí terminaba todo sin cuestionamiento adicional y si salia uno venia seguido por una lluvia de puños y gritos.


-Pues ya me decidí entonces, me voy a quejar con el pinche viejo mañana y donde no haga lo que le digo se me va a la chingada-


-Bien comadre, así me gusta- Ambas proclamaron un ‘salud’ con sus respectivas botellas y pidieron otra, en el proceso la mujer desdichada pidió tiempo para ir al baño y le marco a su esposo para decirle algunas cosas que en ese momento se le habían ocurrido debido a la airada conversación, el hombre no le contesto nada de vuelta y simplemente colgó el teléfono. La mujer salio enardecida del baño y comenzó a gritar otra litania de cosas mientras que su comadre asentía y le daba razón aunque supiera que esta no la tenia del todo.


Paso algo de tiempo en aquel bar, la gente entraba y salia, pero ellas no se movían de aquel lugar mas que para ir al baño o hacer señas a alguna mesera para que les trajera mas cerveza, fue ahí donde la mujer desahogo mas penas con su comadre pero a la vez mostraba una actitud compulsiva dependiente de su esposo, incluso pareciese estar consciente de ello pero no quería hacer nada al respecto hasta que no tuviera ella el todo por ganar y se le mantuviera de por vida, quería vivir una vida como reina pero sin un rey, aparte que mencionaba que el divorcio es solo para la gente mediocre y mezquina por que son personas que no saben lo que quieren y no entienden la palabra de Dios, que ella ya lo había encontrado y sabia mas que las hipócritas que iban a su iglesia para tirarse al nuevo padre joven que les había llegado del sur; la conversación continuo girando así y fue hasta que el bullicio alrededor de ellas fue interrumpido por una vez que grito a todo volumen un, “¡Cabrón que se mueva se lo lleva la chingada en caliente!”


-Hay comadre, esos son los hombres de mi esposo-


-¿Como que sus hombres?-


-¡Si y me vienen a matar, comadre protejame!-


-No ni madres, usted dígales, no que muy cabrona-


-Ay no, no comadre, tengo mucho miedo y me van a matar, nunca debí decirle nada a mi esposo, ay comadre tengo miedo, diosito apiadate de mi que soy tu santa hija-


-Usted es caso perdido comadre...-

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