Algún
día podrás dejar de ser el perro lacayo de tus decisiones morales y
éticas, algún día podrás presentarte como quieres que realmente
te vean los demás, sin peros, pretextos, prejuicios, penurias; hoy
no, sigues siendo parte de la enorme cadena que te tiene amarrado a
la tierra y no te deja volar aunque, si lo piensas bien, puede que no
sea tan malo ya que no necesariamente quiere decir que vueles hacia
arriba, tal vez vayas hacia abajo en colisión y te estrelles con la
realidad.
Un
poco incomodo pensar todo eso cuando no te ha tocado volar tan alto,
¿no crees?
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