Wednesday, July 29, 2015

La filosofía de la botella

La filosofía de la botella

No es una filosofía (una Filosofía involucra todo un sistema de pensamiento filosófico del cual el ejemplo es carente y lo menciono por que se que los Filósofos se ofenderían si hiciera el comentario así nada mas), mas bien una idea que tuve alguna vez después de tomar unas clases de Ontología. Realmente no es la botella la que nos importa, la botella sabemos que existe por que esta frente a nosotros y de una u otra manera podemos saber esto a través de los cinco sentidos, lo que nos preocupa es el contenido que esta.

El ejemplo es el siguiente, tenemos una botella y contiene algo, sabemos esto ya que en primera instancia podemos percibir a través de el cristal que algo la opaca, escuchamos que algo se mueve adentro y suena como un liquido y al abrirla se escucha que sale el gas, ende lo que sea que este adentro no ha sido perturbado mas que por esta acción que hemos realizado, hasta el momento estamos seguros que el contenido es lo que indica ser, cerveza, y de esto nos percatamos por medio de un tercer sentido, el olfato.

Aunque estos tres nos han ayudado, y por medio de la razón estamos creando una relación tanto de categorías como de sujeto-objeto, podemos usar dos sentido mas para comprobar si el contenido realmente es lo que dice ser, por medio del tacto, poniendo el dedo sobre la boquilla de la botella, podemos comprobar que es un liquido en realidad lo que suena y nuevamente con el oído escuchamos el movimiento que sucede adentro al subir y bajar, para finalizar podemos usar el gusto y comprobar que esto realmente es una cerveza… o no.

El problema innato de los sentidos es que nos pueden defraudar de una manera considerable, en esta situación tenemos por experiencia, proveniente de los sentidos y a través de la razón, que el contenido de esta botella es realmente cerveza, pero que pasa cuando este de pronto no esta o no es lo que pensamos que era, que pasaría si nos diera indicios de que es algo totalmente diferente como una melaza que despide un olor a cerveza pero sabe a a chocolate y de igual manera un liquido que al ser liberado de su envase se transforme en un gas, como el gas LP que a su vez es inodoro y letal para cualquier criatura viviente si este se inhala en grandes cantidades.

Aquí es donde nos encontramos con la frase de Descartes, Cogito Ergo Sum, primero pienso, después existo. No podemos dejar solo a los sentidos el asumir el contenido de la botella ya que, como hemos establecido anteriormente, realmente no sabemos que es lo que contiene la botella o en su defecto si el contenido de la botella existe dentro de esta o incluso si es que la botella es real, si nuestros sentidos nos engañan entonces como podemos saber si el mundo alrededor de nosotros es real.

Tomando esto en cuenta, de un mundo donde posiblemente nos encontremos atrapados en el cual todo no es mas que un reflejo de lo que realmente es, la realidad en si como un concepto metafísico, y puede que sea un reflejo equivocado del logos, que por logos me refiero a lo que nosotros interpretamos de los sonidos que usamos para referirnos a un objeto, la falla aquí es causa para infinitas confusiones y para que la experiencia a su vez quede contaminada y en debate, dejando claro entonces que no existe una verdad absoluta sino un sin fin de interpretaciones de la verdad en la que podemos llegar a un acuerdo siempre y cuando todos tengan en su capacidad comprobar que lo que se ha establecido es realmente lo que todos dicen que es.


Tu, que estas mas allá de mi, del texto y de todos, piensa, lo que hoy hablo es nada mas ni nada menos lo que he mencionado o acaso oculta algo que yo mismo desconozco.

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