Aquellos que viajan
a la cuarta dimensión sufren de un fenómeno conocido como el eco
de la legión. Cuando piensan/hablan se escuchan a si mismos en
cientos de maneras, muchas veces ni siquiera es su propia voz si no
la combinación de todas aquellas voces que su mente ha logrado
procesar, creando un terrible torrencial que invade los pocos
sentidos activos.
Esto sucede en
aquellos que todavía no se han sabido definir o identificar en un
plano/dimensión al cual no pertenecen. Al igual que la forma, su
forma física o de cuerpo, con la cual se moverían como lo hacen en
el tercer plano. El no tener forma en otras dimensiones superiores es
totalmente normal, las excepciones son casos muy extraños e incluso
descomunales las cuales terminan por salirse de control.
El no tener forma o
poder comprender el legado de otros planos es un concepto normal, uno
no puede comprender lo que no conoce y es, en algunos casos,
imposible que se pueda comprender si la mente no ha sido preparada
para navegar por nuevas elevaciones mentales.
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